Tráfico. Los primeros radares de tramo empiezan a multar hoy

Los conductores que circulen a partir de este martes a una velocidad media superior a los 100 kilómetros por hora en los túneles de Guadarrama (Madrid) y de Torrox (Málaga) serán multados y se enfrentarán a una multa de entre 100 y 600 euros y la pérdida de 2 a 6 puntos del carné.

De esta forma, Guadarrama (3,5 kilómetros en la AP-6) y Torrox (1 kilómetro en la A-7) tendrán los dos primeros radares de tramo plenamente operativos en las carreteras españolas, aunque no serán los únicos.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya adelantó el pasado mes de enero, cuando hizo balance de los datos de seguridad vial de 2010, que, con el fin de combatir la velocidad, este año se instalarán otros seis radares de tramo, además de los de Guadarrama y Torrox, así como unos 100 nuevos radares fijos.

Los radares de tramo de Guadarrama y Torrox ya controlaban la velocidad media de los vehículos desde finales del pasado mes de diciembre y los conductores que superaban los 100 km/h de promedio recibían una carta informativa al respecto.

La Dirección General de Tráfico (DGT) dejará de enviar estas cartas informativas (que señalan que el conductor ha cometido una infracción que ha sido captada por un radar de tramo, cuya sanción máxima conlleva una multa de 600 euros y la pérdida de 6 puntos del carné) este martes, ya que quienes superen la velocidad media serán sancionados.

Fuentes de la DGT consultadas por Servimedia rehusaron dar la cifra de cuántos conductores han sido avisados en las últimas semanas por haber superado la velocidad media en Guadarrama y Torrox.

Según la DGT, el objetivo de la puesta en marcha de estos radares de tramo es la seguridad, ya que los túneles son «tramos especialmente peligrosos» donde la seguridad está más comprometida y, en caso de accidente, conllevan un mayor riesgo en el rescate.

FUNCIONAMIENTO

Los radares de tramo constan de dos cámaras de visión artificial infrarrojas situadas en cada uno de los carriles e instaladas una al comienzo y otra al final del tramo a vigilar, las cuales graban todos los vehículos que pasan por el túnel y registran el momento en que cada vehículo entra y sale del túnel, así como su matrícula.

Con los datos recogidos por las cámaras, un ordenador comprueba el tiempo que cada vehículo ha tardado en cruzar el túnel y calcula su velocidad media.

Si la velocidad es superior a la fijada en el tramo (100 km/h), la fotografía del vehículo infractor se remite por fibra óptica al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de León, donde se tramita la sanción, cuya primera notificación se remite al titular del vehículo en un breve periodo de días para que se identifique al conductor responsable de la infracción.

En este tipo de radares todos los sensores están interconectados, de modo que no sirve de nada cambiarse de carril, ni frenar justo antes de la cámara instalada al final del túnel, ya que lo que mide es la velocidad media a la que se circula por dicho tramo.

Los nuevos radares de tramo están señalizados en los paneles luminosos o con señal vertical fija, a través de los que se informa al conductor de la presencia del control de velocidad.

Para la DGT, este tipo de radares es «más justo y razonable que los radares fijos, ya que evitan la frenada de aquellos conductores que pisan el freno cuando ven un radar fijo, al tiempo que evita que un conductor que conduce habitualmente correctamente sea sancionado por un despiste en un momento dado».

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