Los billetes de avión baratos existen. Sin embargo, la publicidad con la que nos engatusan diariamente suele convertirse en un precio digno de entelequia para la mayoría de los consumidores, que no acierta a hacerse con la ganga anunciada.
Al igual que existen esos pasajes-chollo, también existen los trucos y consejos para conseguirlos.
Los más populares se refieren a la fecha del viaje. La fecha en la que el billete sale al precio más económico, normalmente, es tres meses antes del día elegido. Posteriormente, el pasaje comienza a subir su precio.
Además, también es relevante el día de la semana en el que se vuela: los martes o los miércoles son los días más baratos para viajar. A partir del jueves, los vuelos se encarecen de cara al fin de semana.
Apunta también un artículo de The Wall Street Journal que, a la hora de sentarse frente al ordenador a buscar vuelos, el día que mejores ofertas encontrará será el domingo e incluso el sábado, desbancando al martes, que era el día convencional para encontrar las gangas.
Argumenta el diario norteamericano que, los lunes, los directivos de las aerolíneas suelen incorporarse al trabajo con estrategias de subida de precios, y no de descuentos.
Otro de estos ‘trucos caseros’ consiste en borrar las ‘cookies’ del navegador de internet. Con esta acción, eliminamos el registro de información sobre nuestras búsquedas, con lo que podemos engañar a los buscadores de aerolíneas, que subirán los precios de un destino concreto que ‘saben’ que estamos persiguiendo.
Pero hay otra posibilidad para conseguir un precio mejor, una acción menos obvia que ha hecho pública recientemente Business Insider, y que se refiere al cambio de ubicación.
La periodista que ha realizado este trabajo ha demostrado cómo cambiando el lugar de residencia desde la web del buscador de vuelos se produce también una variación en el precio.
La rebaja es más sustancial cuando se trata de comprar vuelos locales. Así, la prueba la ha realizado tratando de adquirir un pasaje para un viaje local en Colombia. Si establecía el punto de venta en EEUU, el precio en dos buscadores ascendía a los 136 dólares.
En cambio, si ‘engañaba’ al buscador cambiando el país de residencia, y seleccionando Colombia, el mismo billete aparecía con un coste de entre 60 y 90 dólares en los distintos buscadores.
