De norte a sur y de este a oeste

Los 10 mejores carnavales del mundo

Carnaval de Venecia
Carnaval de Venecia

Aunque no está claro su origen -algunos lo remontan a Egipto y otros a la época de mayor esplendor del imperio romano-, no hay ninguna duda de que el carnaval se ha convertido en una de las fiestas más espectaculares y populares del planeta.

De norte a sur y de este a oeste, las celebraciones se suceden año tras año y siglo tras siglo, adquiriendo en cada caso un carácter y un sabor especial.

No siempre es fácil ponerse de acuerdo a la hora de realizar un ranking de los diez mejores carnavales del mundo. Sin embargo desde aquí os presentamos nuestra elección: diez propuestas que por un motivo u otro las convierten en únicas:

Río de Janeiro

Carrozas, disfraces, color, música y samba -mucha samba- son los principales ingredientes del carnaval más afamado de Brasil. Miles de personas desfilan por el sambódromo en medio de una multitud venida de todo el mundo. Y es que la fiesta reúne cada año a cinco millones de personas, de los que cerca de un millón son turistas.

Durante meses, las escuelas de samba, las auténticas almas del carnaval de Río, preparan las comparsas, que en ocasiones pueden llegar a integrar hasta cinco mil participantes, y ensayan sus composiciones con el objetivo de sorprender y contribuir a hacer todavía más grande la leyenda.

Venecia

En esta ocasión, máscaras, trajes de época y un escenario de ensueño, con los canales de fondo, permiten retroceder en el tiempo. A diferencia de Río de Janeiro, el carnaval de Venecia repite cada año un ritual que se remonta a finales de la Edad Media y que tuvo su máximo esplendor en los siglos XVII y XVIII.

Durante diez días, la elegancia y el glamur están presentes en los espectaculares desfiles de disfraces de la plaza de San Marcos, en los grandes bailes en fiestas públicas y privadas y en las procesiones de barcos tradicionales por los principales canales de la ciudad. Tras un antifaz, el visitante descubre en Venecia una ciudad incomparablemente bella.

Oruro

Aunque tal vez desconocido por el público europeo, el carnaval de Oruro es uno de los más peculiares y espectaculares no sólo de Latinoamérica, sino de todo el mundo. Declarado en 2001 Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco, la ciudad boliviana celebra una fiesta mitad religiosa, mitad pagana, que mezcla tradiciones indígenas y españolas.

La fiesta honra a la Pachamama, la madre tierra, y a la Virgen del Socavón, a la que se le dedican desfiles y coreografías. Las luchas entre el bien y el mal, la presencia de los pecados capitales, las danzas de origen afroamericanas… todo ello está muy presente en una manifestación de cultura viva y de folclore único, en el que participan y se divierten viejos y niños de toda clase social.

Barranquilla

Al igual que Oruro, el carnaval de Barranquilla recibió en 2003 la consideración de Patrimonio de la Humanidad. Fusión entre la tradición católica y antiguas fiestas paganas, se ha convertido en una cita ineludible llena color, música y el baile, con la cumbia colombiana como protagonista.

La batalla de flores supone el pistoletazo de salida de cuatro días de fiesta y diversión, en los que desfiles de carrozas, comparsas y grupos de baile se suceden. El festival de orquestas y la presencia de personajes populares como el Rey Momo o el Hombre Caimán hacen acto de presencia, finalizando con el entierro de Joselito Carnaval.

Nueva Orleans

Quien ha asistido alguna vez al Mardi Gras -martes graso-, nombre con el que es conocido el carnaval de Nueva Orleans , no lo olvida jamás. La influencia francesa y los colores púrpura, verde y dorado, que simbolizan justicia, fe y poder, están muy presentes en la puesta en escena de una de las grandes citas del estado de Luisiana, que se remonta a principios del siglo XVIII.

Las celebraciones empiezan el 6 de enero y se prolongan durante semanas con desfiles de carrozas, bailes de máscaras y, por supuesto, con los king cakes -una especie de roscón de reyes muy típico-, hasta los días previos al Mardi Gras.

Es entonces cuando la fiesta llega a su punto más álgido, con los desfiles organizados por las krewes- las peñas carnavalescas- en su mayor esplendor, con algunas carrozas que cuentan con invitados ilustres que lanzan collares y juguetes al público.

Niza

La elegante capital de la riviera francesa se viste de gala para celebrar unas fiestas en las que el buen gusto y la diversión están servidos. No en vano el carnaval de Niza, que se remonta a finales del siglo XIX, es el mayor acontecimiento invernal de la Costa Azul.

Charangas y cabezudos desfilan junto a carrozas gigantes revestidas de flores frescas por las principales calles y avenidas, mientras tiene lugar la Batalla de la Flores. A lo largo del Camino del Inglés, jóvenes lanzan miles de capullos a los espectadores situados a lo largo del recorrido. La edición de 2014, que se prolongará durante casi tres semanas, homenajea a la cocina universal y tiene como país invitado a Alemania.

Notting Hill

Uno de las peculiaridades más destacadas del carnaval de Notting Hill es que, a diferencia del resto, se celebra durante el último fin de semana del mes de agosto. Nacido a mediados de la década de los 60 de la mano de inmigrantes sobre todo jamaicanos, conserva un aire caribeño, con plumas y vestimentas típicas de otras latitudes más cálidas, en contraste con el escenario que ofrecen las calles de este barrio de la ciudad de Londres.

Su carácter abierto lo ha convertido en el carnaval más grande de Europa y el segundo del mundo después del de Río de Janeiro. Y es que Notting Hill tiene un sabor propio, que invita a gentes de todo el mundo a bailar y a disfrutar de la fiesta sin un guión preestablecido. Toda una experiencia.

Tenerife

El carnaval de Santa Cruz de Tenerife, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, aspira como el de Cádiz a convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Y es que los canarios saben organizar y disfrutar como pocos de un acontecimiento espectacular, en la que disfraces, desfiles, carrozas y diversión se mezclan con el humor y la ironía.

Las numerosas comparsas y murgas -grupos que cantan canciones generalmente críticas relacionadas con la actualidad- se suceden durante días, culminando el martes de carnaval. Aquel día tiene lugar el Gran Coso Apoteosis, un gran desfile que se remonta a principios del siglo pasado, en el que participa todo el mundo, con las reinas como principales protagonistas.

Cádiz

El ingenio, el sentido del humor y la gracia de los gaditanos de pone de relieve más que nunca durante los carnavales. La ciudad se vuelca en organizar y disfrutar de una fiesta que, como en el caso de Santa Cruz, está considerada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

La mordacidad de las chirigotas, las composiciones musicales que año tras año repasan los temás más candentes, y la espectacularidad de los disfraces -conocidos popularmente como tipos-convierten el carnaval de Cádiz en uno de los más originales y divertidos del mundo.

De hecho, el centenario concurso de coplas, coros, comparsas y cuartetos que anualmente se celebra en el Gran Teatro Falla es uno de los acontecimientos de mayor interés no sólo entre los gaditanos sino también entre los foráneos.

Sitges

Las celebraciones del carnaval de Sitges empiezan el dijous llarder, nombre en catalán con el que se denomina el jueves lardo (el jueves inmediatamente anterior al inicio de la Cuaresma), con la llegada al ayuntamiento de su Majestad el Carnestoltes y la Reina del Carnaval. La lectura del Pericot -un discurso satírico-, será el punto de partida de unas fiestas que, fieles a la tradición, siguen la máxima de Per Carnaval tot s’hi val! (Por carnaval todo vale).

La Rúa de la Disbauxa (del desenfreno) es uno de los momentos más destacados de unos festejos que se prolongan durante casi una semana en esta ciudad catalana conocida internacionalmente por su permisividad y su carácter cosmopolita.

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