Familia

¿Los mejores trucos para mejorar tu relación con tus hijos adolescentes?

¿Los mejores trucos para mejorar tu relación con tus hijos adolescentes?
Una adolescente con chupete. PD

Este domingo se celebra el Día Internacional de la Juventud y si algo caracteriza a las nuevas generaciones es la cantidad de horas que pasan frente a ordenadores, teléfonos móviles o tablets.

Es por esto por lo que con motivo de este día, Ursula Calvo nos descubre cómo podemos hacer frente a esta etapa en la vida d nuestros hijos, afrontándola de la mejor manera posible e intentando tener la mejor relación posible con ellos para que no nos vean como ‘el enemigo’.

CHANCE: Ahora los padres nos tenemos que enfrentar a las tablets y teléfonos ¿Qué hay de beneficioso y de perjudicial en ello?

Ursula Cavo: Las tecnologías son lo que son y son una herramienta sin duda producto de la evolución del ser humano y que está facilitando mucho las cosas. Dominar las tecnologías que es lo que van a hacer los niños de ahora en un futuro y creo que van a ser para ellos una herramienta muy interesante. La cuestión está en el mal uso de las tecnologías que se está haciendo. Los padres, sin darnos cuenta, utilizamos estos aparatos para mantenerles entretenidos la gran parte del tiempo.

Meditamos para dejar de vivir una realidad virtual, para que ese diálogo interno que tenemos se frene de una determinada manera. Con esto quiero decir que los pensamientos son útiles, pero cuando tienes un pensamiento compulsivo constante, estás con tu hijo solamente en cuerpo, porque la mente está metida en el problema que has tenido en la oficina o en la cantidad de plancha que tienes que hacer. Lo que se pretende con la meditación es volver a experimentar la vida. Si dejamos que los niños estén mucho tiempo con las nuevas tecnologías, al final les estamos enseñando de muy niños a vivir en esa realidad virtual en la que nada existe.

Por tanto, estoy a favor de las nuevas tecnologías pero con un tiempo restringido y utilidad ¿Para qué vas a utilizar la tablet? ¿Vas a ver un capítulo de dibujos animados? ¿Vas a hacer algún juego interactivo? Bien. ¿Cuánto tiempo? Cada padre sabe qué hacer, pero debe ser algo muy restringido.

CH: Llega el verano. Se acaba el colegio. ¿Qué técnicas podemos hacer con ellos a nivel de consciencia plena o de meditación?

U.C: Lo más importante es darles ejemplo. Los niños van a aprender lo que ven hacer a los padres. Si quieres que tu hijo lea, lee. Si quieres que medite, medita. No hace falta que le hagas meditar al niño, si no que tu al realizar esa actividad te va a ver de una forma mucho más equilibrada. Va a ver como respondes a los retos que te plantea la vida de una forma sosegada, serena. Te va a ver alegre, te va a ver feliz y va a querer hacer lo mismo que tú.

Lo más notable de la meditación es que te entrena para estar presente. Por ello, el tiempo que estés con tu hijo, vas a estar plenamente con él. La clave es que no vas a estar pensando en tus problemas, vas a estar activa. Yo invitaría a los padres a estar solamente 10 minutos al día presentes plenamente con los hijos. Sin estar con el cuerpo y la mente en distintos lugares. Para que vean lo enriquecedor que puede ser ese momento.

CH: Parece que siempre hablamos de niños y adultos, pero siempre nos olvidamos del nicho de los preadolescentes y adolescentes. ¿En verano que debemos hacer los padres para modificar nuestro comportamiento o para ayudarnos los unos a los otros?

U.C: Me gusta esa pregunta porque los padres de los adolescentes creemos que tenemos demasiada responsabilidad con respecto de nuestros hijos. Es cierto que si ha habido una buena relación, una relación sana, de presencia, de dedicarles tiempo, creo que la adolescencia se pasa mejor. La adolescencia es una etapa muy difícil para los padres y sobre todo para los adolescentes. Lo primero de todo creo que hay que soltar el control y esto es muy difícil. Soltar el control en el sentido de tus hijos son seres humanos que han llegado aquí a través de ti.

Por supuesto que les tienes que dar una educación basada en el ejemplo, pero han de empezar a tomar sus propias decisiones y sobretodo han de ver que tú las respetas y las aceptas plenamente. Normalmente tendemos a juzgar y criticar la actitud de nuestros hijos adolescentes y creo que esta es la peor actitud que se puede adoptar con ellos.

CH: ¿Por qué nos empeñamos tanto en que la norma sea la norma y la consecuencia sea te quito el móvil o la tablet? ¿Qué consecuencias negativas/poco instructivas tiene al quitarles el móvil o la tablet?

U.C: Es que no vale para nada.

CH: ¿Por qué?

U.C: Porque es solamente una venganza. Para mí el castigo es una venganza. El poner límites y consecuencias y no que tus actos tengan una consecuencia lógica y que tenga que ver con lo que has hecho es que la vida es así. Si tú le das un golpe a una pelota la pelota va a salir disparada, pero si tú das un golpe a una pelota no viene alguien y te da una colleja por detrás., eso no es natural. Un castigo que no es una consecuencia natural de tu acto se convierte en una venganza personal del padre que está enfadadísimo y necesita desahogarse.

CH: Pero no es solo eso es que hay veces en los que solo hacen caso al móvil o a la tablet y por eso tengo que actuar o debo que tengo que actuar así.

U.C: ¿Por qué solamente hace caso al móvil o a la tablet? ¿Por qué los hijos no se comunican con nosotros? Porque no nos hemos sabido comunicar con ellos. Cuando comunicamos con nuestros hijos desde la imposición, desde el juicio, desde la crítica, constantemente estamos desatacando qué hacen mal, las normas, las obligaciones, los deberes, lo competitivo que es el mundo, el «como tienes que ser para parecerte a mí», cómo tienes que ser para cumplir los objetivos que yo mismo/-a no he cumplido* estamos constantemente en ese modo.

¿Cómo pretendes que tu hijo ante un padre que esta diciéndole normas, juzgándole, que no le acepta como es… Como pretendes que no se evada? Es que el amigo de turno, la maquinita, está para él y el padre no. El padre es la imposición, el castigo.

¿Cuántas veces le decimos a nuestros hijos lo que valen, lo buenos que son? ¿Cuántas veces les transmitimos que con independientemente de lo que hagan les queremos igual? Eso es lo que facilita una buena comunicación y si eso no lo hay lo demás son evasiones y no les podemos juzgar por ello, ni a ellos ni a nosotros porque en realidad cada uno actúa como puede y sabe. Hay personas que sienten la necesidad de castigar pero esto es de sentido común, hay que preguntarse ¿te sirve?

CH: ¿Qué límites puedo ponerle en lugar de un móvil o una tablet? Porque hay veces que no me da la cabeza para pensar más.

U.C: Es que eso no es un límite, es una venganza como te decía. En función de cada situación. Por supuesto que hay unas normas y unos límites que hay que cumplir pues vamos a ponernos juntos sobre todo cuando son adolescentes porque ya tienen la capacidad de expresar sus necesidades y de decirte qué es lo que quieren por lo tanto llegar a un consenso es importante. Normalmente nuestra posición es muy rígida y está basada en lo que hemos vivido, en lo que hemos visto a otros que no han vivido y que por eso les va como les va* tenemos un montón de ideas y de prejuicios sobre lo que es correcto. Y lo que es correcto es lo que surge activamente de escuchar a tu hijo y de lo que surgirá al escucharte así porque le vas a contagiar con eso.

Con lo cual es muy difícil saltarse un consenso cuando es consensuado, cuando hay un acuerdo entre los dos va a ser más difícil que se lo salten y si eso sucede no pasa nada porque no somos perfectos y los padres tampoco, todos de vez en cuando nos saltamos las normas afortunadamente, no somos máquinas y no lo hacemos todo bien.

Quizá la aceptación sea uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos si realmente queremos acceder a la paz interior duradera y al bienestar.

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