MARI TRINI

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Mari Trini: "Me hubiera gustado ser disco para entrar en las casas"

Agencia EFE, Miércoles, 14 de septiembre 2005
Mari Trini, toda una pionera de las cantautoras españolas, reaparece ahora con la edición de un recopilatorio que resume sus más de treinta años de carrera, en los que ha vendido más de diez millones de discos. "Me hubiera gustado ser disco para entrar en las casas", dice en una entrevista con EFE.

La presentación de "Una estrella en mi jardín", que incluye, además de un doble CD con 40 canciones, un DVD, se convirtió hoy en un homenaje a Mari Trini en el que el presidente de la Sociedad General de Autores, Eduardo Bautista, le entregó la placa del máximo galardón de este organismo, en reconocimiento a una compositora que "se adelantó" a su tiempo y sentó un precedente que ha facilitado las cosas para las generaciones posteriores de cantantes.

Además, la ex ministra de Cultura Carmen Alborch le entregó un disco multidiamante, en una acto en el que Mari Trini no pudo evitar emocionarse y confesar "desde mi voz otoñal" que ha luchado con sus canciones "por una sociedad mejor".

Mari Trini (Murcia, 1947) reaparece así, pero sólo discográficamente, porque no tiene pensado volver a subirse a los escenarios: "todo tiene su tiempo y su momento; a lo mejor es porque siento que ya he dado lo mejor de mí misma, quizá no quiero mostrar mi parte más otoñal, no me siento animada para ello en este momento", dice a EFE minutos antes del homenaje.

La cantante confiesa que acaba de pasar unos años "de sequía" desde que hace cuatro se sintiera estafada con la edición de su último disco, "Mari Trini y Los Panchos".

Han sido unos años en los que ha pasado por una depresión, una operación en la que le extirparon un riñón y en los que, además de a viajar, de seguir componiendo canciones y de escribir un libro de poemas sociales "bastante duros" que quiere editar, se ha dedicado a reflexionar "sobre el eterno problema, sobre el punto en donde debo dejar mi carrera".

Una carrera que se fraguó casi en la infancia, cuando una enfermedad renal hizo que estuviera inmovilizada en la cama durante seis años. "Sentía mucha soledad, leía mucho, me imaginaba situaciones, y enseguida me puse a escribir y a practicar con la guitarra, era como un acompañamiento", recuerda.

Cuenta que un buen día dijo "ya está bien, me levanto de la cama", y, pese a los consejos médicos, lo hizo para emprender una carrera que "tenía muy clara, aunque mi familia no". A los quince años se presentó con su guitarra en un pub de Madrid ante Nicholas Ray, director de "Rebelde sin causa", quien se convirtió en su manager y la convenció para que se marchara a Inglaterra, donde inició una carrera que luego continuaría en París, hasta que, por motivos familiares, regresó a España.

En los sesenta y setenta, Mari Trini formó parte de una de las más grandes generaciones de cantautores, en una carrera en la que ha editado "más de trescientas canciones", logrado el éxito con temas como el que da título al recopilatorio y otros como "Ayúdala" o "Te amaré, te amo y te querré".

"En aquella época había muchas cosas a las que cantar. La rebeldía tenía un sitio importante", explica mientras apunta que ahora la industria está "invadida" por "música de consumo".

Dice que las cantautoras actuales, entre las que cita a Amaral, Rosana o Bebe, "me divierten y algunas me interesan", aunque no deja de percibir que las letras de ahora son "muy inocentes" y reflejo de otra época en la que el éxito depende también de factores ajenos al talento artístico.

"A mí me ha costado mucho mi carrera, todo me lo he ganado a pulso, con mucho esfuerzo, nadie me ha regalado nada", apunta Mari Trini, que ahora se siente "muy contenta y muy tranquila" y que asegura que, de no haber sido persona, "me hubiera gustado ser disco para entrar en las casas y ver cómo la gente escuchaba y cantaba mis canciones".