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«El término crispación se usa demasiadas veces y demasiado mal»

Borja Ventura, Viernes, 4 de noviembre 2005

José Antonio Sentís sabe de periodismo, lo dice su trayectoria. Además de ser el actual Subdirector de La Razón, ha dirigido Radio Nacional de España, ha sido Jefe de Redacción de Política Nacional en ABC y colabora en la actualidad con Antena 3 y con la Cadena COPE. A sus 52 años, este periodista alicantino contempla con cierto optimismo un proceso que reconoce le preocupa "profundamente" y culpa al Gobierno de Zapatero de haber reavivado algunas polémicas de antaño "que deberían haber permanecido como estaban". Se muestra, asimismo, crítico con el uso del término "crispación", tan usado en los medios de comunicación, ya que considera que la actual situación no es más que una "defensa de puntos de vista" que considera normal "en un país democrático".

{p}¿Es España una buena o una mala noticia ahora mismo?{/p}
{r}España siempre es una buena noticia. Otra cosa es lo que algunos políticos o personas con determinados intereses quieran hacer del país.{/r}
{p1}¿Cree que el Estatut catalán es el principio de un proceso o un hecho puntual?{/p1}
{r1}Debo ser optimista y confiar en que el pueblo español se opondrá a procesos como el del proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña. Son procesos de disgregación y ruptura. Pese a que sea optimista y confíe en los ciudadanos españoles, no puedo evitar el sentirme profundamente preocupado. Me preocupa sobre todo que estos procesos rupturistas son alentados por políticos nacionales y sus socios de Gobierno, que se expresan mediante proclamas nacionalistas. No obstante, confío en que los ciudadanos españoles tendrán la capacidad de poner freno a todo esto explicando a los dirigentes que no puede jugar con sus intereses ni cambiar los aspectos fundamentales de nuestra ley.{/r1}
{p1}¿Se opone, por tanto, a una posible reforma de la Constitución?{/p1}
{r1}No, siempre que se haga desde el cauce habilitado para ello. Es decir, no me preocupa que se reforme la Constitución siempre y cuando esta reforma se atenga a los métodos estipulados para la reforma constitucional. El problema viene cuando se intenta cambiar la Constitución mediante otro trámite, sobre todo cuando este cambio está fundamentado en mayorías políticas exiguas de un momento coyuntural; el Gobierno está debilitado por los pactos que le unen a partidos que buscan una ruptura con España. Pero no es sólo el hecho de cambiar o no la Constitución, sino que no me parece lógico cambiar el sujeto constituyente, que no es otro que el pueblo soberano de España.{/r1}
{p1}¿Quién crispa: los medios o los políticos?{/p1}
{r1}No estoy de acuerdo con que se use la palabra "crispación": se usa demasiado y demasiado mal. No existe ninguna crispación, lo que hay es un debate, y todo debate ideológico o político es lógico en un país democrático; defender las convicciones de cada cual no es crispar. Los medios de comunicación y, a través de ellos, los políticos, se limitan a defender sus puntos de vista, pero de ahí a llamar a esto crispar me parece degradar el debate político. El problema viene únicamente de mantener unas convicciones, pero no es crispar, es debatir: no hay violencia de ningún tipo en nuestra sociedad, salvo la violencia soterrada de ETA. Lo único es que hay más confrontación porque hay elementos nuevos en este debate respecto a otros anteriores, elementos que vienen de tiempos de la Guerra Civil. Haber sacado dichos elementos es, a mi juicio, responsabilidad exclusiva y única del Gobierno Zapatero. Esto sí que provoca ensiones en la sociedad, ya que se están desenterrando cadáveres que estaban bien guardados en el armario y no deberían retomarse.{/r1}
{p1}Usted que ha dirigido medios públicos y privados, ¿dónde cree que hay mayor libertad para el periodista?{/p1}
{r1}En nuestro país la libertad de prensa es un derecho generalizado, respetado y garantizado. Es cierto que en los medios privados existe una línea editorial, y en los medios públicos existe una vocación de servicio público, pero por fortuna la democracia española garantiza la libertad de prensa en el Artículo 20 y se respeta. Otra cosa es que las ologarquías políticas intenten presionar a los medios de comunicación públicos para situarlos a su favor, pero es un fenómeno normal, una tendencia natural. A pesar de esto, España vive de una forma saludable su libertad de expresión; a esto contribuye la red y los medios digitales, como el suyo, ya que aportan movilidad de las opiniones y expresiones, y dan más libertad.{/r1}