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«La profesión no es tan liberal como antes»

Borja Ventura, Miércoles, 15 de febrero 2006

Es frecuente que, al entrevistar a un periodista con años en activo, tenga un currículum interminable. Pero en el caso de Enrique Arias la lista de trabajos, colaboraciones, estudios y cargos es aún más largo de lo normal. Y otra cosa que suele pasar es que, cuanto más tiempo llevan trabajando en el mundo del periodismo, más optimistas son y más declaran amar esta profesión. Ahora, que como él dice, "eran otros tiempos en los que a nadie le importaba con quién desayunabas o con quién compartías ideas, importaba sólo la información y tu capacidad para crearla". Qué tiempos aquellos.

{p}Resulta complicado resumir su currículum ¿de dónde ha sacado el tiempo para hacer todo eso?{/p}

{r}Soy muy mayor, es cuestión de tiempo. La vida da muchas vueltas, no es cuestión de más{/r}

{p1}¿Y con el tiempo no ha perdido el entusiasmo por esto del periodismo?{/p1}

{r1}No, esta es una profesión maravillosa, de la que uno nunca se cansa. Lo malo es que, a veces, es la profesión la que se cansa de uno. A veces las empresas y la parte de organización de la profesión no es tan liberal como era antes. Quienes hemos hecho periodismo en la Transición lo sabemos bien: entonces la información era un valor supremo, todas las empresas querían los mejores profesionales y les importaba muy poco sus preferencias, ni la adhesión ideológica ni con quién iban a tomar copas. Sin embargo ahora vivimos en un mundo mucho más previsible.{/r1}

{p1}¿Diría que es una realidad muy diferente?{/p1}

{r1}Sí: ahora es más difícil moverse de una empresa, escribir en sitios de diferente inclinación ideológica... Ahora todo está más predeterminado: o estás con ellos o contra ellos, se exige una identificación con el medio y antes no era así.{/r1}

{p1}¿No cree que los periodistas nos pasamos de la raya metiendo tanta baza en todo?{/p1}

{r1}¿A qué te refieres?{/r1}

{p1}Convertir en una guerra política el Estatut a través de los medios de comunicación, ahora el tema de las viñetas... Parece que las batallas que antes eran políticas o sociales, se libran ahora en los medios{/p1}

{r1}Igual que la política, la información tiene un enorme eco social y ambos tienen un gran parentesco: piensa que la aparición de la prensa en Europa se inventó para hacer política. De hecho, hasta hace poco, en la posguerra europea, muchos eran periódicos de partido, vinculados a la democracia crisitiana o del Partido Comunista. Eso siempre ha pasado, pero en España no se necesitaba ser militantes de estas causas. Eran causas, en todo caso, de políticos, militantes o de quienes llevaban los medios, pero no del profesional.{/r1}

{p1}¿Qué hacía eso así?{/p1}

{r1}Al pasar de una dictadura a una democracia, por lo que no existían prejuicios. Las empresas de comunicación eran nuevas, estaban aprendiendo qué hacer y lo más importante era satisfacer una necesidad de información no satisfecha en cuarenta años. La información no estaba impregnada de ideología.{/r1}

{p1}Pero ahora la situación es completamente diferente...{/p1}

{r1}Ahora todo es mucho más previsible. Cualquiera puede adivinar cómo va a titular El Mundo, La Razón, El País o quien sea. Esa previsibilidad sobre algo imprevisible, como es la información, viene de la asunción ideológica de los medios, en lugar de la información, que debería primar sobre todas las opiniones.{/r1}

{p1}Pero en otros países no parece pasar lo mismo; al hablar con periodistas extranjeros se asombran de lo que pasa en la prensa de nuestro país{/p1}

{r1}Es que aquí vamos en sentido contrario: donde había medios muy políticos se ha tendido hacia una prensa más profesionalidad, y aquí se ha pasado de que los diferentes medios pudieran incluso titular igual una misma información a ser unos medios más alineados. Y lo peor, para mí, es que los periodistas se hayan alineado con sus medios: antes era mucho más fácil cambiar de un medio a otro. Eso hoy en día es más difícil, pero no sólo en la prensa de papel, sino también en todos los medios grandes.{/r1}

{p1}Desde su experiencia, ¿cree que con el tema de las viñetas se ha exagerado?{/p1}

{r1}La libertad de expresión es un valor sagrado. Pero a mí me llama la atención la doble moral, la hipocresía que he visto en el tema: nunca se ha criticado ninguna ofensa de los medios a otros colectivos, a la religión católica, pero se coge ese tema con papel de fumar. Se habla de respeto a este fenómeno del islamismo radical, pero la gente no ha tenido respeto a otros valores más tradicionales. Te acordarás, por ejemplo, de cuando se estrenó en Madrid la obra de teatro 'Me cago en Dios', que tuvo una pequeña escandalera, pero aquí nadie criticó nada. Pero si se hubiera hecho eso mismo con Alá, los mismos que no dijeron nada se hubieran rasgado las vestiduras. Pero también creo que hay una manipulación interesada por un fundamentalismo islamista militante: a mí que publiquen ahora viñetas sobre el Holocausto me parece fantástico, pero el tema no es ese, sino que ponen bombas y matan a gente, o asaltan embajadas.{/r1}

{p1}¿Cree que se está siendo condescendiente con el tema o se debería tener respeto?{/p1}

{r1}Precisamente este tema lo estuve siguiendo por Periodista Digital, que habéis publicado todas las caricaturas. Y hay muchas que me parecen inocuas. Pero también se ha satirizado con elementos sagrados para otras religiones y nadie ha dicho nada. El respeto es un baremo que se utiliza según el imperio de la ley en los países que son democráticos y en los que se puede hablar de justicia. Las cosas no se deben hacer por lo que creemos moralmente, no por miedo al terrorismo, no porque estemos amedrentados. Por eso hay doble moral: claro que no se pueden hacer muchas cosas. Si las cosas están mal, lo están para todos, pero siempre atendiendo a consecuencias legales, dentro de unos límites. No a amenazas y venganzas.{/r1}

{p1}¿Qué parte de culpa cree que tienen los medios de comunicación en el clima que se vive en España?{/p1}

{r1}Los medios somos un poco la caja de resonancia de lo que pasa. Si hay unos agentes sociales que generan una situación, nosotros lo hacemos más grande. Pero eso pasa en todos los ámbitos y nosotros no le damos la misma trascendencia. Por ejemplo, los antagonismos y peleas de los campos de fútbol porque los directivos, futbolistas y los medios tenemos culpa, pero no se dice nada. O los comportamientos violentos de algunos jóvenes, que me parece algo mucho más preocupante que lo que sucede en otros ámbitos, y de lo que tenemos mucha culpa: los medios, sobre todo audiovisuales, están mitificando a personajes cuyo único mérito es ser lenguaraces y soces, y se les encumbra como modelo de éxito social. Esto es como todo: hablamos de pornografía infantil, pero luego todos los medios llevan ocho o diez páginas de contactos y nos parece normal. Los medios también practicamos esta doble moral, criticando cosas que nosotros hacemos.{/r1}