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Un diario no es fabricar salchichas

El Periódico, Lunes, 31 de enero 2005

Un Rothschild, de nombre Edouard, ha entrado como máximo capitalista en el diario izquierdista Libération, fundado por el diabólico Jean-Paul Sartre, nada menos. Miembro de una amplia dinastía de banqueros, que de Alemania se extendió hacia Francia e Inglaterra, los Rothschild han formado parte de la élite del capitalismo mundial durante más de dos siglos.

Hacer un periódico no es fabricar salchichas. Desde los tiempos de Karl Marx, el dinero se asocia a unas determinadas ideas. Las salchichas no tienen un contenido ideológico, pero sí que lo hay en la prensa, en la que pensamiento de izquierda acostumbra a ser incompatible con el gran capital. El señor Rothschild ha dado garantías de que no intervendrá en la línea del periódico del que es fundador el señor Serge July, conocido por su maoísmo. El puro, el auténtico, el que tiene en Mao Zedong su denominación de origen.

Ahora que vamos a votar la Constitución europea, que se sepa que más allá de los Pirineos pueden ocurrir estas cosas, impensables en España. Hace poco más de una semana, la manifestación de las víctimas del terrorismo fue aprovechada por un sector de asistentes, integrantes de la caverna, para ir a vociferar ante la Cadena Ser, disconformes con sus emisiones. En Francia, el gran capital financia un medio que es declaradamente de izquierdas y, aunque hubo tensiones en el inicio de la negociación, todo el mundo espera que la convivencia de capital e ideología sea modélica.

Uno no quiere ni pensar en lo que ocurriría en España si hubiera una alianza parecida. Habría rasgamiento de vestiduras, linchamientos públicos del capitalista traidor de clase y hasta la Iglesia se movería para que el Papa repartiera excomuniones.