La ministra quiere que "la Unesco legisle para todos los planetas"

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¿Cree Carmen Calvo en los marcianos?

Periodista Digital, Lunes, 13 de junio 2005
¿Cree Carmen Calvo en los marcianos? A tenor de lo que afirmó en la Cumbre por la Diversidad Cultural que se celebra en Madrid, hay que concluir que si. La ministra de Cultura, la misma que acuñó hace unos meses el innovador término de "fraila", aseguró rotunda ante 72 representantes de otros tantos países -entre ellos 40 ministros de Cultura- que desea que "la Unesco legisle para todos los planetas".

Así, como suena. La ministra Calvo dio la bienvenida a los representantes de los más de 70 países que este fin de semana asisten en Madrid a una cumbre sobre ’Diversidad Cultural’, y destacó la importancia de trabajar para que la cultura ocupe en este siglo "un lugar central en la vida social y política".

Después, se felicitó de que la idea de la diversidad cultural, con la que se quiere llamar la atención sobre la riqueza heredada y por legar, y sobre la necesidad de un mayor equilibrio en el intercambio entre países, haya logrado "aglutinar voluntades del mundo cultural de los más alejados rincones de la tierra", y defendió la necesidad de "pensar en términos planetarios" en un mundo "cada vez más intercomunicado y unido".

La ministra -anfitriona junto con sus colegas de Brasil, Gilberto Gil, y de Francia, Renaud Donnedieu de Vabre, de este encuentro, que se celebra en el Museo del Prado- recordó que el objeto de la reunión es formar un bloque fuerte de países que faciliten el que la UNESCO, en su conferencia de octubre, apruebe la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales. El acuerdo deberá ser ratificado posteriormente por cada uno de los firmantes.

Aunque, sin nombrarlo, no es difícil imaginar que también se refería a Estados Unidos cuando dijo que la convención mundial sobre la diversidad cultural debía evitar que nadie tuviera la hegemonía en este terreno, ya que, señaló, la diversidad cultural es un derecho de la dignidad humana. En su discurso posterior afirmó que "no podemos arriesgar la pérdida de nuestra riqueza cultural al albur del mercado".

Y fue enseguida cuando afirmó que la Unesco debe legislar para todos los planetas. Estaría pensando en los marcianos.