Carta al Director

Carta abierta a José Antonio Nieto Ballesteros, todavía Secretario de Estado de Seguridad

Carta abierta a José Antonio Nieto Ballesteros, todavía Secretario de Estado de Seguridad
La Legión Española y el Cristo de la Buena Muerte. PD

Señor Nieto:
En carta que le remitía con el mensaje antes citado le emplazaba para justificar su cerril negativa a publicar en el B.O.E la Instrucción relativa al procedimiento legal para la tramitación de los actos religiosos en la vía pública, a fin de evitar prohibiciones por motivos discutibles, por lo que, habiendo expirado el plazo para tal fin, le expreso las siguientes observaciones contra su inadmisible e inconsciente actitud.

Su silencio a mi reto para justificar su negativa a comunicar a las partes afectadas el procedimiento legal para la tramitación de actos religiosos en la vía pública confirma la imposibilidad de encontrar una sola razón que la respalde, lo que indica un patente sentimiento de hostilidad hacia la religión católica y la población cristiana.

Después del todavía impune fallo en el que sorprendí a su virtual Gabinete de Coordinación y Estudios, en la realidad de Descoordinación y Despropósitos, y a la Delegación del Gobierno en Madrid sobre el desconocimiento de la normativa reguladora de los actos religiosos en la vía pública y el organismo para su tramitación, cualquier mente normal, respondiendo a parámetros totalmente lógicos, habría adoptado posteriormente una actitud opuesta a la suya con el fin de enmendar y hacerse perdonar errores.

Reitero mi observación relativa a que, en tanto que las entidades afectadas desconozcan el procedimiento legal para la tramitación de procesiones y actos religiosos en la vía pública que establece la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, la reiteración de su prohibición por parte de algunos municipios continuará latente.

En los 3 últimos años se han registrado 9 casos de obstrucción y prohibición de procesiones por parte de los correspondientes ayuntamientos, actitud que facilita su torpe proceder y de la que, consiguientemente, no se aleja su cerril negativa y la de sus inmediatos colaboradores en los últimos 10 meses.

La alternativa a la prohibición es continuar con la ilegal costumbre vulnerando la ley, como ya ha ocurrido en Zaragoza el 12.10.2017, Sevilla el 14.10.2017 y Madrid el 10.11.2017 ante la pasividad y tolerancia de las respectivas delegaciones del gobierno y, en un kafkiano ejercicio de estulticia imposible de superar, incumplíendo hasta sus propias decisiones.

La contumaz actitud que usted demuestra con su silencio a mi requerimiento, capaz de resucitar a Sigmund Freud para certificar que la sensatez, la racionalidad y el díálogo civilizado no ocupan un lugar destacado en su cerebro, merece la reprobación de la sociedad y de toda la escala jerárquica del sector público.

El ganador del Oscar a los disparates es el Subdirector General de Recursos de ese Ministerio que, en lamentable ejercicio de sumisa adulación y atropello intenta dar respaldo legal a cuantos desatinos han cometido usted y sus inmediatos colaboradores en un escrito que inexplicable e ilegalmente firma sin ninguna delegación expresa y, sin aportar prueba fehaciente alguna, manifiesta que «el Secretario de Estado de Seguridad ha resuelto inadmitir el recurso de alzada interpuesto por DON EFREN DIAZ CASAL».

En el transcurso de los 10 meses transcurridos del asunto en cuestión, usted y sus inmediatos colaboradores han apoyado su gestión en el sometimiento pero no en el convencimiento, confiando su razón a la fuerza del poder pero no a la de la ley, perturbando la paz social y la pacífica convivencia en discordante acción con la denominación y funciones de esa Secretaría de Estado.
Los hechos que anteceden no han tenido lugar en lejanas repúblicas bananeras; aunque parezca increíble han ocurrido en nuestro Estado social y democrático de derecho.

Usted y sus inmediatos colaboradores han cosechado sobrados deméritos que impiden la permanencia en sus cargos, habiendo infringido un daño considerable a la imagen y prestigio de la Administración Central del Estado y de su formación política que recogerán las próximas encuestas de intención de voto del CIS.

Cada día que usted y sus inmediatos colaboradores permanezcan en sus cargos constituye una ofensa gratuíta y una amenaza difícilmente asumibles por el ciudadano español en general y la población católica en particular.

Por supuesto que descarto la posibilidad de que, abandonando su despótico, culpable y cobarde mutismo, salga usted a la luz pública para desmentirme, defenderse, rectificar y menos aún pedirme disculpas; eso sería un gesto de cortesía que usted no practica, no siendo excepción entre las élites de la formación política que inexplicablemente todavía le cobija y apoya.

A la consideración de la militancia del Partido Popular someto estas reflexiones a los efectos que estime convenientes.

Después de entrevistarse en su despacho con un tal señor González el 8 de marzo del pasado año, ha agotado usted con su actitud en este asunto el escaso crédito que le quedaba.

Su estrella ha declinado, vayan con Dios usted y sus inmediatos colaboradores, Madrid, 17 de febrero de 2018

Efrén Díaz Casal
Coronel de Infantería (Retirado)

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