Este 15 de abril de 2014, Manuel Ortega escribe en El Semanal Digital una columna titulada ‘Rojo se pasa a la radio con un exCope y El País saca las palmas’ en la que arranca diciendo:
El Domingo de Ramos Jesucristo, cuentan los Evangelios, entró en Jerusalén entre palmas y hossanas al hijo de María. Dos mil y pico años después, fue José María Aznar el que hizo lo propio en la portada de El País Semanal con un reportaje que ha escocido a cierta izquierda que sigue sin asumir que el periódico de su educación sentimental dejó de existir más allá de ciertas excusas
Añade que:
El reportaje, dedicado a glosar el décimo aniversario de su salida del Gobierno, dejaba a cuadros a propios y ajenos. Tono -hasta cierto punto- amable, sin polémicas -ni una pregunta sobre la Gürtel o los sobresueldos- y descripción de la vida de un expresidente con recurso incluso a amigos muy cercanos como Miguel Ángel Rodríguez.
Y concluye que:
Vivir para ver, quién hubiera dicho que tal dosis de almibar a Aznar hubiera sido posible en el buque insignia del difunto Jesús del Gran Poder Polanco