Este domingo 20 abril 2014 Manuel Hidalgo titula Europa su columna La balsa de la medusa en El Mundo.
Ya conocemos el cabeza de lista del PP para las elecciones europeas, y no parece que se haya producido ninguna epifanía. El nombre de Arias Cañete estaba cantado entre el secreteo público de las bambalinas, y no parece que su confirmación haya provocado ni el fervor de los adeptos ni el hervor de los antagonistas. Mucho menos, una subida de la adrenalina europeísta entre los españoles. El ansioso PSOE, que se mordía las uñas en la ignorancia del candidato, sabe ahora a quién dirigir sus pullas y sus chistecitos, que se cruzarán, en alegre e inútil algarabía, con los que reciba Elena Valenciano desde la línea opuesta. Y Arias, ese señor tan simpático, salió bravo del toril de Toledo.
Añade:
Si le pido al lector que me diga tres -no ya seis-, tres propuestas, tres, que los partidos españoles llevan en su programa electoral europeo, no sabrán decirme ni una. Existir, seguro que existen, estarán escritas en alguna parte y se vocearán en el rincón de algún mitin. Pero lo cierto es que los partidos no saben -no quieren- comunicarlas y que prefieren librar, a propósito de Europa, sus batallitas domésticas.
Y concluye:
Con tal perspectiva, dan ganas de abstenerse, entre otras razones para penalizar a unos partidos que, amén de vivir un momento penoso, no son capaces de encender el entusiasmo por Europa. Con eso, claro, el problema se perpetúa, y damos una patada a los políticos en nuestro culo de europeos.
