Este 26 de junio de 2014, Antonio Casado escribe en El Confidencial una columna titulada ‘Esa Infanta empapelada‘ en la que arranca diciendo:
En uno de sus autos dejó escrito el juez Castro que por interrogar a la hija del Rey no iban a temblar los pilares del Estado de derecho. Justo. Tampoco temblarán si la infanta Cristina acaba respondiendo ante un tribunal por una conducta presuntamente delictiva. Al revés.
Añade que:
El propio juez está sufriendo las consecuencias de esos ataques de contrariedad. En público hablan de respeto a su independencia y en privado le acusan de narcisismo profesional.
Y concluye que:
Es aberrante afirmar con desparpajo que la Infanta ya ha sido condenada, aunque no lo es tanto en el plano ético y estético, so pena de considerar aberrante excluir a la Infanta de la foto y de la agenda oficial de la familia, según decisión tomada en su día por Zarzuela.