Este 23 de julio de 2014, Antonio Burgos escribe en ABC una columna titulada ‘Dinastía con Romero‘ en la que arranca diciendo:
SERÁ que soy partidario de la Institución, pero me parece que en España hay un sentido de la monárquica continuidad dinástica mucho mayor de lo que quisieran quienes andan por ahí con la bandera de Rumanía pidiendo que seamos como Venezuela.
Añade que:
A la gente le encantan los sucesores. Así se titulan muchos negocios tradicionales: «Sucesores de Sánchez» o «Hijos de Pérez». La dinastía gusta mucho en España.
Y concluye que:
Especialmente en esa parte de España que no quiere serlo y que se llama Cataluña, donde el «hereu» es incluso una institución jurídica y donde no se imaginan lo que ha mangado la Dinastía del Molt Untable, que te cogen una cuenta corriente en un paraíso fiscal y te hacen encajes de bolillos con ella.
