Salvador Sostres escribe una columna este 16 de septiembre de 2014 titulada ‘Plaza Thatcher’ que arranca así:
Madrid le ha dedicado a Margaret Thatcher su primera plaza fuera del Reino Unido. Es una excelente noticia, y todavía más que la ubicación sea tan respetable. Una plaza es sin duda un buen inicio, pero a la señora Thatcher tendríamos que dedicarle cosas más importantes.
Continúa:
Admirar a Margaret Thatcher y mostrarle nuestro agradecimiento tendría que ser el prólogo de un nuevo tiempo en España. Para honrar la memoria de la mejor política de todos los tiempos -junto a Ronald Reagan- tendríamos que confiar en el hombre y en sus capacidades, y ayudarle en su titánica lucha por emanciparse del Estado.
Prosigue:
Si Maggie estuviera todavía aquí, más que un espacio físico preferiría un espacio moral. Podríamos regalarle un partido que de verdad fuera de derechas, y no esta socialdemocracia de señorona recauchutada del Partido Popular. Podríamos regalarle una política fiscal que no fuera un atentado contra cada empresario. Podríamos regalarle el acabar at once con el chantaje sindical, contra sus atracos y sus liberados.
Finaliza:
Que Esperanza Aguirre fuera la alcaldesa de Madrid sería un buen primer paso en la correcta dirección. Más que insistir en el recelo de quien no siempre nos obedece, tenemos que volver a confiar en lo mejor que tenemos.
Tú nos enseñaste que éramos invencibles si confiábamos en nuestro talento para concretar la promesa de un mundo mejor. Tú nos enseñaste que todo se convierte en grotesco, e inútil, si no somos capaces de preservar la difícil y bellísima libertad. De ti aprendimos a derribar los muros más ignominiosos con nuestras propias manos.