La llamada de Pedro Sánchez a Jorge Javier Vázquez para mostrarle su rechazo al tormento del toro de la Vega, en Tordesillas, ha levantado ampollas entre algunos informadores políticos y también entre algunos compañeros del líder de los socialistas por considerar que no era el lugar ni la persona apropiada para hacer una declaración de ese tipo.
Una actitud que me sorprende sabiendo como sabemos que el presentador de «Sálvame» es uno de los que más seguidores tiene, no solo en televisión sino en las redes sociales. Imagino que a Pedro Sánchez lo que le interesa ahora es que la gente le conozca, escuche sus mensajes y conozca su proyecto. Y para ello qué mejor que utilizar los medios de comunicación a su alcance, la televisión entre otros. ¿O acaso no se han convertido algunas tertulias políticas en un espectáculo en el que se grita, se insulta, se manipula?
Fue Adolfo Suárez el primero en abrir las puertas de La Moncloa a una revista del corazón, algo que sorprendió mucho porque nunca antes ningún político se había atrevido a mostrar en público la intimidad de su hogar.
El lo hizo sabiendo que el voto femenino es mayoritario en nuestro país y que caer bien a las mujeres es fundamental en unas elecciones, que él ganó, no solo por su papel en traer la democracia a nuestro país sino porque era un verdadero encantador de serpientes, capaz de conquistar a hombres y mujeres con solo pasarles la mano por el hombro.
Años más tarde, Pilar Ibáñez Martín, la mujer de Calvo Sotelo, me invitó a hacer un reportaje sobre sus primeras navidades en Moncloa, lo hice, y se publicó en la revista ¡Hola!, con gran repercusión por cierto, pues quien más y quien menos tiene curiosidad por conocer las cocinas de Palacio.
Felipe González y Carmen Romero implantaron la famosa «bodeguilla» por la que pasaron intelectuales, artistas, políticos y amigos de la pareja, en un intento de no vivir aislados de lo que se comenta y cuece en la calle.
Argumentos que utilizó muy bien Ana Botella, que a los pocos meses de llegar su marido a la presidencia invitó a comer a los integrantes de la peña «Primera Plana». Unos 25 en total, todos informadores del corazón, con lo que se ganó la simpatía y la complicidad de todos ellos.
Con la llegada de la familia Zapatero se acabó lo que se daba pues es sabida la obsesión de Sonsoles por mantener al margen de la política su vida privada. Un estilo que utiliza Viri, la mujer de Rajoy, tan discreta que apenas se la ve más que en los actos oficiales.
Que el líder del PSOE acuda al «Hormiguero» y se preste a encestar junto a Pablo Motos significa en mi opinión que por fin alguien en Ferraz se ha dado cuenta de que una buena política informativa es fundamental si quieren ganar puntos en las encuestas. Tan importantes son los comentarios de Jorge Javier -quien por cierto no oculta sus simpatías por el PSOE-, como los de Pepa Bueno o Carlos Herrera.
