Este 22 de septiembre de 2014, escribe Alfonso Merlos en La Razón una columna titulada ‘El trilero’ en la que arranca diciendo:
Faltan los tres cubiletes y la bolita. Sí. Pero Artur Mas está emulando por méritos propios y descomedido empeño a esos estafadores que toman posiciones en calles concurridas y mercadillos de pueblos y ciudades para, mediante el trile, engañar al personal y sacarle los cuartos del bolsillo.
Añade que:
El presidente de todos los catalanes (aunque no ejerza como tal) está torpemente poniendo toda la carne en el asador para envenenar la convivencia en la sociedad, crear un formidable colapso político y bloquear la acción de un poder ejecutivo que debería volcarse en afrontar y resolver los grandes desafíos en la educación o la sanidad y, globalmente, en la economía.
Y concluye que:
Es cuestión de horas que veamos cómo la democracia española, siguiendo la vieja máxima, actúe como un zorro para sortear las trampas y como un león para espantar a los lobos.