Luis Maria Anson arranca en El Mundo su columna ‘700 alcaldes, por la independencia’ así:
EN LA próxima primavera se elegirán en Cataluña 946 alcaldes. Unas semanas después, 750 de ellos proclamarán en los plenos de los Ayuntamientos la independencia y declararán persona non grata a Felipe VI, Rey de España. Ese es el proyecto de la ANC.
Sigue:
¿Adónde, adónde hemos llegado? Mariano Rajoy y Pedro Arriola podrán seguir empeñados en que aquí no pasa nada, en que el tiempo lo arregla todo. Pero sí pasa. La degradación de la vida política española está llegando a extremos insoportables, con un País Vasco enseñoreado por los proterroristas y una Cataluña zarandeada por los secesionistas
Continúa:
La degradación de la vida política española está llegando a extremos insoportables, con un País Vasco enseñoreado por los proterroristas y una Cataluña zarandeada por los secesionistas. Ciertamente la culpa inicial es de Adolfo Suárez, Fernando Abril y Clavero Arévalo con la fórmula estúpida del café para todos. Ciertamente, la política zapatética dio el poder a los proterroristas en Guipúzcoa y en docenas de ciudades vascas; y desencadenó la torrentera secesionista en Cataluña
Sigue:
Pero la lenidad, la indiferencia, la falta de reacción, la pasividad del Gobierno Rajoy, su debilidad extrema, en fin, han provocado la situación límite a la que ha llegado la unidad de España tras cinco largos siglos de Historia común.
Finaliza:
Conviene no confundirse. La unidad de España está en riesgo. Y no se trata de ganar una partida circunstancial como el órdago del 9-N sino que es necesario derrotar el entero desafío secesionista, y eso exige una estrategia común de PP y PSOE para muchos años.
No todos comparten la fe sin fisuras en la política monclovita. Hay quienes piensan que Mariano Rajoy es impenetrable porque no tiene nada que penetrar.