Luis María Anson escribe ‘El camuflaje de la corrupción’ en El Mundo:
ATRAPADOS y bien atrapados en la trapisondería tenaz y prolongada, algunos dirigentes de CiU creyeron que podrían salvarse del ludibrio público y las responsabilidades penales envolviéndose en la bandera estelada.
Sería absurdo negar que en el secesionismo catalán hay un sector que expresa sentimientos verdaderos. Pero son muchos, sin embargo, los que se han dedicado a forrarse el bolsillo y, al percibir el acoso policial y el progreso de las investigaciones periodísticas, han decidido camuflarse entre los ropajes del soberanismo.
Sigue:
Mas vive en ascuas. Fue conseller en cap de Pujol y su colaborador más directo e íntimo. Firmó entre 1995 y 1997 contratos públicos por valor de 2.200 millones de euros. Según declaró Maragall en el Parlamento catalán, el 3% de esa cantidad fue la mordida que exigió el partido en el poder para otorgar sus favores.
Continúa:
La fórmula de encender el ventilador sobre la basura está siendo eficaz. El órdago secesionista, la V de la vesania, la permanente agresión verbal, el abierto desafío a la Constitución, inundan los espacios preferentes de los diarios impresos, hablados, audiovisuales y digitales. A pesar de eso, hay quien está tirando de la manta para descubrir las miserias personales en el juego trilero del independentismo.
Finaliza:
Ni Mas ni los presuntos dirigentes corruptos de CiU pueden hacer lo que desean: descargar sus culpas sobre el expresidente. «Pujol les tiene cogidos por los huevos» titulé yo mi canela fina del pasado 4 de septiembre. Y en su declaración ante el Parlamento unos días después, el anciano Pujol no pudo expresarse con más claridad: «Si se toca la rama del árbol caerán todas». Ah, por cierto, ¿por qué Rajoy no se lee el colosal artículo de Jorge de Esteban, Ante el derrumbe del Estado, y se entera de lo que está pasando?