Este 30 de octubre de 2014, escribre Fermín Bocos en Europa Press una columna tituklada ‘El Estado y la corrupción‘ en la que arranca diciendo:
La situación es esta: o el Estado acaba con la corrupción o la corrupción destruye al Estado. Hemos llegado a un punto máximo de desafecto hacia la clase política como consecuencia del cotidiano descubrimiento de nuevos casos de políticos implicados en casos de corrupción.
Añade que:
Predominan las sospechas de connivencias que desembocan en impunidad. Hay crimen pero no se ve el castigo. Es sorprendente la levedad del discurso del presidente del Gobierno a propósito de los casos de corrupción.
Y concluye que:
La gente está harta de discursos justificando recortes salariales y despidos -según Caritas el 25% de la población está en el umbral de la pobreza-. Harta de oír que hay que seguir apretándose el cinturón mientras que los telediarios se han convertido en un desfile diario de nuevos casos de políticos pillados con las manos en la masa.
