Este 20 de noviembre de 2014, escribe Arcadi Espaada en El Mundo una columna titulada ‘El privilegio‘ en la que arranca diciendo:
El pueblo español vive un profundo afán, meramente cómico, en torno de los privilegios. Su penúltima hazaña ha consistido en exigir los tickets de la lavandería a los diputados. Le han contestado que los tickets individualizados no, pero que cada tanto le pasarán las facturas globales de lavandería, lo que ha hecho que el pueblo respire satisfecho y redimido.
Añade que:
La monarquía solo se sostiene, profundamente, desde la creencia igualitaria, tipo Kim Jong-un y su señor padre. De ahí que no sea un rasgo esquizofrénico, sino una decisión plenamente coherente, que la mayoría de la sociedad española se declare claramente monárquica y pretenda al tiempo dar su voto mayoritario a Podéis, vos Podéis, como quizá convenga empezar a decir.
Y concluye que:
El pueblo quiere una monarquía sin privilegios, como mañana querrá una república hereditaria. Desde que dejó de cortar cabezas, el pueblo vive en un oxímoron permanente. Tengamos paciencia.
