Este 19 de diciembre de 2014, escribe Xavier Horcajo en La Gaceta una columna titulada ‘Obama insulta a las libertades’ en la que arranca diciendo:
Puede que Barack Obama y Raúl Castro pusieran sus relojes de acuerdo, pero nada más. La primera coz de los comunistas de Cuba impactó ayer en la afilada mandíbula de Obama. Mientras el presidente norteamericano decía: «He dado órdenes a Kerry para restablecer relaciones con Cuba»; el patético y «enmedallado» milico marxista Castro le atizaba «Sin renunciar a uno solo de nuestros principios».
Añade que:
¿Cuáles son estos principios? Pues 3 millones de cubanos en el exilio; cárceles repletas de disidentes, peligrosos poetas, terribles homosexuales en «loqueros» que abundan cada 10 kilómetros uno, y chicas y chicos ejerciendo la prostitución en los malecones de la miseria. Sólo a los miembros del partido les va bien en Cuba y, a muchos gracias al narcotráfico.
Y concluye que:
Obama ha cedido a la tentación de querer pasar a la historia, como Nixon con su visita a Pekín, y eso le ha convertido en el Zapatero de Washington.