Este 29 de enero de 2015, escribe Juan Carlos Escudier en Público una columna titulada ‘Hombres de pelo en pecho contra la Troika’ en la que arranca diciendo:
Se suele defender la paridad entre hombres y mujeres en política con una retahíla de obviedades acerca de las bondades del género femenino: que si las mujeres están muy preparadas, que si no se puede desperdiciar el talento de la mitad de la población, que si las organizaciones funcionan mejor con mujeres al frente porque su empatía es la leche, etc.
Añade que:
El machismo admite muchos disfraces. El más conocido es el de los que defienden que la paridad es absurda ya que basta con que las mujeres adquieran una formación idéntica a la de los hombres para que, por sí solas, ocupen los puestos que les corresponden.
Y concluye que:
Quizás el error sea dar por sentado que la izquierda defenderá per se la causa de las mujeres o de los colectivos de gays, lesbianas y transexuales.
