Este 3 de marzo de 2015, escribe Javier Benegas en Vozpópuli una columna titulada ‘Un fracaso llamado Rajoy’ en la que arranca diciendo:
Hace pocos meses se disparaban todas las alarmas cuando España consolidaba su caída en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional (TI). Y no era para menos, sobre todo si tenemos en cuenta que un año antes, concretamente en noviembre de 2013, había sido aprobada la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno.
Añade que:
Pero lo que definitivamente la ha convertido en otro trasto legislativo inútil al servicio de la propaganda es que el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, como todos los organismos reguladores de esta España política de la francachela, no es independiente.
Y concluye que:
Obviaba, en definitiva, que esta pobre España solo se desprenderá de la losa del fatalismo el día que los ciudadanos tengan la certeza -es decir, la confianza- de que las instituciones están a su servicio y no al de oscuros intereses. Entretanto llega o no ese momento, así es como lo ven los españoles. Tomen nota los Arriolas de turno, por si la economía no tira.