Este 5 de marzo de 2015 escribe Ignacio Camacho en ABC una columna titulada ‘ERE que ERE‘ en la que arranca diciendo:
longeva hegemonía andaluza del PSOE es la demostración contemporánea de aquel viejo aserto de Andreotti sobre el desgaste con que el poder abrasa… a quien no lo tiene.
Añade que:
Por chocante que parezca, el fraude y la deshonestidad pública están amortizados en Andalucía como factores de decisión electoral. El agio institucional se ha convertido en una rutina ingrata pero soportable, un ruido de fondo como el zumbido de los insectos en el estiaje.
Y concluye que:
[La derecha] Se mueve con una inseguridad rayana en la impotencia. Sin fe, sin convicción, sin arrastre incluso entre sus naturales espacios sociológicos. Y no halla el tono ni el discurso, incapaz de dejar de sentirse una especie de cuerpo extraño en medio de una comunidad que la mira con un recelo histórico.