Este 31 de marzo de 2015, escribe Fernando Jáuregui en Europa Press una columna titulada ‘¿Tener un ochenta por ciento de ocupación gana elecciones?’ en la que arranca diciendo:
Es lo que dicen algunos operadores turísticos y algunos hoteleros ante las breves, pero intensas, vacaciones de semana santa que para algunos ya han empezado: se espera un ochenta por ciento, o más, de ocupación en hoteles y casas rurales.
Añade que:
Pero claro que hay que tener muy presente el número, considerable sin duda, de quienes no pueden pagarse estas vacaciones; sería injusto no hacer mención a este fenómeno, porque existe: hay dos Españas, la que se va de vacaciones estos días y la que no puede hacerlo.
Y concluye que:
Por eso comenzaba este comentario refiriéndome a ese ochenta por ciento -o más- de ocupación hotelera que nos aguarda esta semana santa. Y respondo a la pregunta que me hacía en el titular: no, esa previsión de bonanza turística, sobrealimentada quizá por la tragedia reciente de Túnez, no hace ganar elecciones. Ni perderlas, claro. Lástima que algunos no hayan entendido aún que el tema va por otro lado.
