Este 24 de abril de 2015, escribe Marcos Paradinas en El Plural una columna titulada ‘20.000 leguas de lujo bizantino’ en la que arranca diciendo:
«¡Comprendedlo! ¡Estoy sin guita! ¡Soy un rey en paro!», exclamaba Alfonso XIII, mientras se daba la vuelta a los vacíos bolsillos del pantalón. Del Palacio de Oriente había pasado a dormir en una triste habitación sin baño, que más parecía un cuchitril, por cinco francos la noche en el Hotel Savoy, de Fontaineblau.
Añade que:
Pero visto que, cuando aún reinaba, el Gobierno unas veces se negaba a explicar sus viajes y otras veces ni se enteraba de que estaba cazando de elefantes, exigir ahora a Rajoy que vigile a dos reyes a la vez sería pedir peras al olmo.
Y concluye que:
Por suerte para la democracia, una legión de paparazzi está siempre dispuesta a perseguir al monarca en sus 20.000 leguas de lujo bizantino. Sólo esperamos que la ruptura de Belén Estebán y «Mígue» no dure mucho, para que la prensa del corazón pueda volver pronto a su fiscalización real en pos de la transparencia.