Este 27 de abril de 2015, escribe Alejandro Inurrieta en Vozpópuli una columna titulada ‘Europa se ha vuelto xenófoba’ en la que arranca diciendo:
La Europa solidaria, integradora y cuna de la civilización tiene los días contados. Tras décadas preconizando la libre circulación de personas y capitales, las elites políticas y financieras, se han dado cuenta que es mejor que sólo fluyan los capitales, y que las personas mejor se queden en sus territorios, y los que busquen asilo o una oportunidad en la vida, se alojen en el fondo del mar.
Añade que:
Lo que la sociedad debería saber y nadie le explica es que Europa se muere, la demografía es una bomba de relojería que estallará tarde o temprano, y que sin natalidad y crecimiento poblacional, los viejos países europeos serán absorbidos por las nuevas fuerzas asiáticas, que se han dado cuenta del problema.
Y concluye que:
Lamentablemente los que no gobiernan están infectados por el virus del discurso de que aquí no cabemos todos. El mismo mantra que nos ha llevado a la destrucción controlada del Estado del Bienestar que ahora gestionará desde lo privado los delegados de empresas americanas tras el TTIP.