Este 27 de abril de 2015, escribe Graciano Palomo en El Plural una columna titulada ‘Alvarito Pérez, Gürtel, enseña el bigote’ en la que arranca diciendo:
Han tenido que pasar seis años para que el número tres de la Gürtel -tras Francisco Correa y Pablo Crespol-, Alvarito Pérez «El Bigotes», el amigo de Ernesto Saénz de Buruaga y otros periodistas, se haya decidido a largar poco, pero largar.
Añade que:
El hecho cierto es que José María Aznar es sin duda aludido y bien aludido en la primera entrevista periodística realizada por parte de un alto ejecutivo de la red Gürtel. Si quisieran –falta Correa y Crespo, que estos son más peligrosos-pondrían en un compromiso al ex mandatario que, además, podría también explicar sus relaciones con Miguel Blesa y con Rodrigo Rato, pasando por Blanco Balín o Matas. No las dará porque yo sé que es un cobarde político. Siempre lo fue. Ha preferido que sus antiguos amigos se quemen en la hoguera mientras él sigue acumulando pasta.
Y concluye que:
Lo que resta por saber de la Gurtel que es mucho todavía podría salir en el próximo juicio. Y vuelvo a comprender aquella frase pronunciada por Ana Botella a las pocas semanas de estallar el caso: ¡Es un sin vivir! Y tanto. Pero siguen intocables. ¿Qué coño pasa aquí?