Este 29 de junio de 2015, escribe Graciano Palomo en El Plural una columna titulada ‘Grecia y España’ en la que arranca diciendo:
Justo al cumplirse treinta años -¡qué tiempos aquellos!-del ingreso de España en la Europa la Unión se enfrenta al momento culmen de su existencia: expulsar a una de sus socios o tragar con las décadas de engaño que los distintos gobiernos helenos hicieron al resto de los socios.
Añade que:
El peligro es doble para España. Porque si Grecia se sitúa en la cuneta, España -pese a su crecimiento económico evidente-, pasaría a situarse en la primera fila de la sospecha. Especialmente si dentro de unos meses decide que pilote sus destinos un gobierno de corte populista.
Y concluye que:
No parece que los podamos encontrar ahora mismo en esa Cumbre que se reúne cada vez con más frecuencia. Cuando Francia eligió al presidente Hollande todo el mundo entendió que sería el secante de la canciller Merkel en sus políticas teutonas de austeridad y sacrificio. Rápidamente nos percatamos de que era vana ilusión.
