El diario El Mundo publica este 30 de junio de 2015 un editorial titulado ‘España tiene que proteger sus fronteras pero sin vulnerar los derechos humanos’ en el que arranca diciendo:
España se enfrenta a un enorme reto migratorio en los próximos años. Los casi 12.000 indocumentados que entraron a través de la frontera sur en 2014 son sólo la punta del iceberg de una crisis de refugiados sin precedentes a las puertas de la Unión Europea, adonde pretenden llegar decenas de miles de personas huyendo de la miseria y también de las guerras civiles y de las crueldades del Estado Islámico.
Añade que:
Además, los investigadores constatan la conculcación del derecho a la integridad física que representan los frecuentes casos de malos tratos o los cacheos con desnudos integrales, o la intimidad, al obligrarse a múltiples personas a convivir en habitaciones de dimensiones muy reducidas.
Y concluye que:
España tiene que ofrecer condiciones dignas a quienes no llegan aquí como delincuentes, sino como hombres, mujeres y niños desesperados que intentan dejar atrás la persecución y la pobreza. Una política de fronteras laxa e ineficaz sería un error tan grave como lo es someter a los inmigrantes a condiciones inhumanas o degradantes.