Jaime González titula ‘La que se avecina’ su columna de este 31 de julio de 2015 en ABC. Arranca así:
La alianza de intereses entre el soberanismo y la izquierda radical -unos quieren romper el Estado y otros quebrar el sistema- quedó ayer de manifiesto tras la reunión que mantuvieron Artur Mas y Ada Colau. Pese a no llevarse bien -eso dicen-, el encuentro entre el presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Barcelona sirvió para tender puentes y procurar arrojar -puente abajo- al PP, objetivo común de independentistas y populistas: una reedición actualizada del pacto del Tinell, pero a lo bruto.
Añade que:
Lo que está ocurriendo en España parece obra de los guionistas de «La que se avecina», pero con menos gracia. Desde el 24-M, esto es como el Mirador de Montepinar, una secuencia de capítulos a cual más delirante. Sería para tomárselo a chanza, si no fuera porque lo que está pasando es tan real que se te corta la risa.
Y concluye:
Si las minorías se comportan así cuando alcanzan el poder, estremece pensar qué harían si fuesen de verdad mayoría. Lo que está pasando sirve para hacerse una idea. Independentistas e izquierda radical no siempre comparten los medios, pero sí los fines: unos quieren acabar con España por las bravas y otros hacer de España -por las llanas- un país a su medida. O sea, su particular Mirador de Montepinar. Más que una comunidad, su comuna.