Cristóbal Valladolid

Regeneración democrátioca: ¿Regener qué?

Regeneración democrátioca: ¿Regener qué?
Cristóbal Valladolid. PD

Como los charlatanes de antaño, aquellos que vendían elixires a base de ingredientes exóticos que lo curaban todo, desde el reuma a la depresión, seguimos oyendo a nuestros políticos hablar de soluciones maravilla para todos los problemas. Ahora nos vienen con discursos en abstracto para tontos: cambiar sin votos, la Constitución que ellos no cumplen, regenerar la democracia de la que se burlan, crear un millón mas de funcionarios, grandes beneficios sociales, sin tener dinero y así un largo etc. etc.

Me choca lo de la regeneración democrática, pues el concepto moderno de democracia es bastante amplio, no consiste tan solo en votar, sino también en el derecho de cualquier persona a participar activamente en política.

Las democracias de verdad, que pueden ser representativas y no tienen porque ser asamblearias ni directas, no precisan de adjetivos en su definición, o sea, que cuando oímos hablar de democracias orgánicas, democracias populares, democracias de partidos, estamos hablando de democracias limitadas, cuyos adjetivos tratan de justificar el supuesto beneficio de sus carencias.

Ahora toca hablar de regeneración democrática, todos dirigentes de partido repiten y repiten lo de la regeneración democrática, pero solo se atisban algunas cosillas que afectan a los propios partidos, sin decir exactamente su alcance, la pregunta es ¿se trata de conseguir una democracia plena en la que cualquiera pueda presentarse tanto individualmente, como con un partido a unas elecciones ?, ¿o mas bien se trata de seguir con nuestra democracia de partidos, intentar arreglarla un poco para que haya primarias, que los partidos pequeños obtengan los mismos escaños que los grandes con el mismo número de votos?, yo diría que por ahí van los tiros.

Está bien que se hagan esas cosas, pero eso no es regenerar la democracia, regenerar sería darle autenticidad, permitir que cualquiera pudiera presentarse al Congreso o al Senado, por ejemplo, tan solo notificándolo a la junta electoral para que pusiera la papeleta con su nombre en los colegios electorales.

Regenerar significa acabar con la «democracia de partidos» para quedarnos con la «democracia», a secas, lo cual no quiere decir que no pueda seguir habiendo partidos, con sus ideas y sus intereses, incluso también los generales, pero sin monopolio. La llamada democracia de partidos solo se justifica en que los países de nuestro entorno, también son democracias de partidos, en las que el ciudadano como individuo no puede participar activamente en política si no es de la mano de un partido, ni tampoco pasivamente con la emisión de su voto, puesto que solo puede votar a quien le proponen los partidos, o sea al partido mismo.

¿Que democracia es esa en la que teniendo un parlamento recién formado, como ahora, las personas que hemos elegido, nada pintan en el nombramiento del Presidente del Gobierno, y están ahí sin hacer nada, tan solo esperando para que sus partidos les digan a quien tienen que votar, cuando se supone que nos representan y no pueden recibir órdenes?. En realidad, son simplemente hombres de paja que hemos enviado al Parlamento, de la misma manera que hubiéramos podido enviar fichas de parchís de colorines, y ponerlas encima de los escaños, para que se supiera de quienes son.

Está muy bien que haya partidos, y mejor aún si se democratiza su estructura, por lo menos para que cumplan con el artículo 6 de la CE, pero lo que no puede ser, es que una persona que tiene ganas de servir a su país, o simplemente dedicarse a la política, lo tenga que hacer a través de un partido, con las ideas de otros, sometiéndose a disciplina de voto, y eso si se tiene la suerte o el enchufe para que el dedo de alguien le haga candidato de algo, o si gana unas primarias cuyos avales no se pueden alcanzar sin la ayuda de la propia organización del partido.

Parece ser que la regeneración democrática que con tanta insistencia piden algunos partidos, se refiere tan solo a eso, un retoque a la LOREG para que el voto de los ciudadanos se reparta más equitativamente a los partidos a la hora de conseguir escaños, o nueva legislación para que se democratice la estructura interna de los partidos.

Todo muy bien, pero secundario. Lo primero, debería ser acabar con el monopolio de los partidos en el ejercicio de la política.

Que quien quiera presentarse, se presente, sin permiso de partido alguno, con que consiga los votos que hagan falta ya vale. Eso es democracia.

Un conjunto de minidictaduras no puede constituir una democracia, pues aunque haya elecciones, éstas poco tienen de democráticas, están viciadas de origen.

No es broma

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