Con El BOE se manda mucho, es verdad, pero además de cometerse innumerables tropelias y favorecer a un cuñao, se escriben una cantidad de tonterías que no son normal. No son como éstas, inofensivas. Las tonterías del BOE pueden hacer un daño irreparable.
Y el peor de todos, la vulneración permanente de la seguridad jurídica que genera el laberinto del boletín oficial, que es como esos jardines franceses de setos muy altos perfectamente recortados pero dispuestos para que te pierdas.
En la BOA, aunque sea la del Gobierno que aún no tiene pareja, te puedes perder igual, es verdad, puedes perderlo todo y el final puede ser una tortura.
Pero siempre puedes volver a la casilla de salida, incluso siendo reincidente y la peripecia puede ser apasionante o divertida, lo que jamás podrás encontrar en el BOE. Eso sí, enriquecedoras pueden ser las dos.
Así pues, te puedes perder en el BOE y en la BOA. El matrimonio y el boletín oficial coinciden tambien en que para que haya justicia en la sociedad y buen rollito en el matrimonio tiene que haber pocas normas, pero que se cumplan.
Pero se diferencian en que para que haya BOA, aunque sea la del Gobierno, tiene que haber uno que escriba cartas de amor y otro que las reciba. Puede haber o no lista de regalos mientras que para que haya lista de regalos en el BOE no hace falta el amor, basta que el que escriba tenga disposición y que lo haga con interés.
Por eso el Gobierno, que no encuentra partenaire, quiere como Romanones el BOE para mandar al Parlamento proyectos de ley. Sin embargo a mi me parece que lo que España necesita sobre todo es un Gobierno que gobierne, un gobierno que se legitime a través del ejercicio prudente pero firme de la autoridad, no uno que cree nuevas normas superfluas, que no tengan medios o no se pueden aplicar.
En el Boletín, aun advertido el contumaz Zapatero, se escribió el Estatuto inconstitucional catalán que dio pie a las demás vulneraciones constitucionales de las instituciones catalanas a las que estamos asistiendo y de las que Pedro Sanchez se ha enterado al parecer ayer.
Al Boletín envió el Gobierno las licencias de las televisiones con las que llevan años acribillándolo y entregando con ello la defensa anticipada de la constitucionalidad, ahora retrasada, en el divorcio catalán.
En el BOE se han escrito verdaderas novelas románticas escritas por Autoridades en favor de empresas de un marido, un suegro o un cuñao. Y novelas de flirteo, enredo y desdén como la que aún siguen escribiendo ahora a escondidas PSOE y PODEMOS.
Pues por qué va a ser. Por lo mucho que tienen que ver el BOE y La BOA.
