¿A día de hoy, a la semana de hoy está la Piel de Toro al borde del abismo, al borde de la locura, al borde del suicidio colectivo?
¿Se ha perdido una gran parte de la racionalidad, por parte de unos y de otros, de tirios y de troyanos, de parte de las elites y de parte del pueblo, de unos lugares y de otros?
¿Se ha ido poniendo las losas para que el edificio se caiga y se derrumbe o llegue a una situación límite, para cuándo se esté a punto de derribarse se llegue a acuerdos o se salve lo que se pueda?
¿Cómo dice el señor Guerra esto es el efecto, en partes y en tiempos de un golpe de Estado a y en toda regla para desestabilizar el país y para secesionar el país, aprovechando la crisis económica, la desesperación de una parte de la población, el tema de la corrupción?
1. Hagamos unas mínimas reflexiones, sin intentar herir a nadie, pero para intentar poner un poco de cordura en la racionalidad de los pensamientos e ideas, en la racionalidad de los hechos, en la racionalidad de algo de lo que está sucediendo y de algo de lo que podría suceder:
– ¿España es un enigma histórico, como nos diría Madariaga? ¿España no es capaz de encontrarse y encontrar su lugar en sí misma, como nos diría con estas palabras u otras, Ortega y Unamuno? ¿Qué nos sucede que no somos capaces de curar las heridas del pasado, quizás de siglos, y mirar todos juntos hacia el futuro, y no estar cada dos o tres o cuatro generaciones en una constante lucha interior y exterior…?
– Aceptemos que se han cometido graves errores en estas cuatro décadas, errores micro y macro a y en todos los lugares. Por lo cual, hay una parte de la población que ha quedado desbancada de sus ilusiones y proyectos, a los que tenían derecho, por sus méritos, su capacidad, su trabajo. Si se olvida esta causa, no se entenderá, una de las razones de la crisis grave de algunos sistemas ideológicos sociopolíticos, aunque sean moderados.
Bien harían todos en examinarse, porque en tiempos de vacas gordas quizás se hayan cometido muchos errores, incluso ayer mismo, todavía dónde se tiene poder. Si una entidad sociopolítica no se mira al espejo para examinarse y analizarse, una y todas, no verá las soluciones que debe imponerse. La microhistoria es tan importante como la macrohistoria, la micropolítica como la macropolítica. Lo que se achacaba al régimen anterior no democrático, se puede haber caído en algunos mismos errores, en la etapa democrática. Cosa que quizás nadie quiera reconocer, pero si no se examina esta cuestión difícilmente se podrán renovar entidades sociopolíticas para que ocupen el lugar que deben ocupar. Deberían agradecer seriamente este consejo que pocos se atreverán a indicarlo, y que creo es una de las raíces de la autorreflexión colectiva y de todas las entidades sociopolíticas.
– Tengo la concepción y la convicción que la sociedad y el Estado en Europa, la gran oleada de prosperidad después de la última gran guerra, es porque ha existido un carro con dos grandes ruedas, la derecha moderada y la izquierda moderada. Y ambas se han ido alternando en el poder, y ambas han tenido sentido de Estado y sentido de Gobierno. Y ambas han colaborado en multitud de temas y cuestiones. Y este es el esquema que parece es más racional y más lógico para dar un hálito de esperanza a nuestros nietos o biznietos reales o posibles.
Por lo cual es absolutamente necesario que la izquierda moderada cure sus heridas, vuelva a la racionalidad y ocupe el lugar predominante en la escena sociopolítica hispana. Por lo tanto, continúe siendo el partido bisagra y el partido de poder. Que se vaya alternando en el poder con la derecha moderada para dar estabilidad al país y a la sociedad y dar esperanza de futuro.
Sin ambas ruedas, y ambas ruedas sean las más importante no hay esperanza de futuro moderado, al menos a día de hoy. Por lo cual la izquierda moderada debe curar sus heridas, volver a la racionalidad, volver al sentido de Estado, por el bien de dicha entidad sociopolítica, por el bien de docenas de millones de personas que viven y habitan Celtiberia, personas de ahora y de mañana. Recordar el antiguo adagio, «a veces, lo mejor va en contra de lo bueno y de lo bueno posible».
– Hay que olvidar el pasado de hace ochenta años, hay que olvidar y curar esas heridas y traumas del pasado, unos y otros, de un lugar y de otro, moderados y no moderados, secesionistas y no secesionistas, hay que olvidar para dejar que los futuros puedan tener esperanza de sus presentes. Si no se hace los muertos matarán a los aún no nacidos. Hay que curar los traumas, hay que olvidarlos. El mayor homenaje que les podemos hacer a nuestros abuelos y bisabuelas es decirles en nuestro fuero interno, no hemos cometido los errores que vosotros cometisteis. Hemos llegado a un estado de paz, para que todos vivan y vivamos, aunque nosotros no lo veamos.
– Indicar claramente si el pueblo, y yo soy pueblo, se ha equivocado en su elección y en su votación, sea por sufrimiento, sea por angustia, sea por desesperación. El pueblo tiene que plantearse que es mejor poco pero seguro que no mucho pero inseguro. Mejor es pájaro en mano que ciento volando. El pueblo tiene que reflexionar que cuatro partidos a nivel nacional, más cuatro o cinco partidos a nivel regional hace inviable la posibilidad de gobierno y de estabilidad. Fue uno de los errores de la última República. Y de alguna manera lo hemos vuelto a cometer. Cómo se está viendo en estos meses ya de forma fehaciente.
– Si se cambia el sistema electoral, sea de un modo o sea de otro, y se materializa y se cristaliza cuatro o cinco partidos nacionales, más cuatro o cinco partidos regionales, a día de hoy, debemos pensar que el futuro va a ser muy incierto, porque entraríamos en una etapa como la que estamos viviendo. Es decir, el gobierno, sea el que sea, si es posible moderado, llegase al poder, tendría siempre las manos atadas. Entraríamos en una etapa de anomia del poder gubernamental en mayor o menor medida.
Y este es un grave problema que está en el horizonte, para sobrevivir un organismo como diría Tomás de Aquino, lo que quiere es sobrevivir. Y lo que está encima de la mesa es cambiar el sistema electoral para fijar cuatro partidos a nivel nacional, en definitiva, para que sea imposible la gobernabilidad en el país, con todos los matices que ustedes quieran…
– Nadie en su sano juicio, podría pensar, y puede suceder dentro de tres o cuatro años, que si la izquierda moderada alcanzase ciento cincuenta votos, sea por ella misma, sea por pacto con otra fuerza moderada, repito nadie podría entender que la derecha moderada, de una forma o de otra, no la déjase gobernar y su líder, sea el que sea, acabase siendo jefe de gobierno o presidente de gobierno. Nadie podría entender dicha realidad, si esto hipotéticamente sucediese. Por lo cual, dónde las toman se dejan, donde se dejan se toman.
– Por definición el Estado es la unidad sociopolítica máxima que reúne en si misma personas y colectivos y sociedades de distintas ideologías, lenguas, territorios, religiones, etnias, historias… El futuro del Estado no son Estados medievales con conformación moderna, sino Estados continentales. Es decir, ya China y la India nos lo está mostrando y demostrando.
Pero esos nuevos Estados continentales que se van uniendo o federando, no podrán ser efectivos si los antiguos Estados nacionales se dividen, sino que se unan al conjunto de forma unitaria. Porque es la única manera y forma de vivir y sobrevivir. Europa, con treinta Estados ya le es difícil su incardinación y materialización y eficiencia, con más quizás sea imposible dicho sueño. O se ralentizaría demasiado y quizás ya llegaríamos tarde a la cita de la historia, ya llegaríamos demasiados debilitados en el concierto mundial, que se ha transformado radicalmente y no queremos darnos cuenta. El mundo mundial ha cambiado, qué tiene que suceder para que nos demos cuenta…
– Dividir España en tres o cuatro Estados de hecho y de derecho, o convertirse en el mal menor en un Estado federal, es debilitar todo el conjunto, es debilitar algunas partes o territorios tanto, que la viabilidad total se vería enormemente confusa.
O dicho de otro modo, territorios enteros se vería mermado tanto su estado del bienestar que no sabemos lo que podría suceder.
Desde el exterior se podrían pensar en materializar ambiciones de todo tipo sobre la Península Ibérica.
Europa debilitaría enormemente el flanco suroeste para un futuro a medio plazo. Y no olvidemos que Europa tiene que atender a muchos flancos, no olvidemos a los romanos, a Hitler, a Napoleón…
No hay que decir que los enorme problemas existentes ya en el arco mediterráneo, problemas demográficos, problemas ideológicos-culturales-religiosos, problemas económicos, problemas masivos de emigración por sobreexplotación demográfico, problemas de aumento demográfico exponencial en las próximas décadas, graves problemas económicos ya hoy, etc.
Si la Península Ibérica se divide en cuatro o cinco Estados, ya existen dos, las consecuencias son imposibles de predecir, pero todas son negativas. Porque las dinámicas internas y externas son imposibles de calcular, las consecuencias son, a día de hoy enormemente preocupantes.
Un arco se rompe por la dovela más débil. Y sería debilitar tanto algunos territorios, que las consecuencias son impredecibles. Y serán negativas y perniciosas para la totalidad y para cada parte en Celtiberia.
– El ser humano es una combinación de racionalidad e irracionalidad, de sentimientos-afectos-pasiones-pulsiones y de razón-entendimiento-saber ortodoxo.
Podemos comprender que a cada uno su terruño le gustaría se convirtiese en Estado, porque para cada uno su terruño es lo más y mejor, y podemos entender que pueden pensar que irían mejor, en multitud de facetas de la existencia, y otras razones. Pero tiene que volver la racionalidad o si no la irracionalidad nos llevará y nos ahogará… hoy, hoy la situación mundial ha cambiado, hoy necesitamos Estados de cientos de millones de seres humanos para poder sobrevivir, si queremos sobrevivir como individuos y como sociedades, sobrevivir nuestra idiosincrasia, sobrevivir nuestras lenguas, sobrevivir nuestro modo de entender el mundo…
Toda la población, todos los territorios de Celtiberia tenemos que volver a la racionalidad y al sentido común, olvidarse de experimentos sociopolíticos, sean de tipo secesionista, sean de tipo de grandes cambios socioeconómicos políticos no moderados…
– Es obvio y evidente, que las altas figuras de la representación política se les debería exigir pasar antes por una carrera política, no puede ser que de la nada asciendan a líderes de sus respectivas formaciones políticas, muchos sin antes haber tenido responsabilidades económicas y políticas de medio o de bajo nivel. Este error lo estamos pagando a un precio enorme, de sufrimiento y de pena y de angustia…
Es obvio que en política hay que tener una experiencia previa, de responsabilidad de poder político y de haber tenido que gestionar cuentas y dineros y poder. Bajo mi punto de vista, es enormemente complicado y creo que negativo, que personas asciendan a lo máximo de sus partidos, y por tanto, potencialmente a lo máximo de su país a nivel político sin haber pasado por cargos políticos intermedios que supongan gestión económica y gestión política… Y hoy lamentablemente este es el panorama que tenemos en muchos máximos líderes a nivel nacional y regional.
2. Para terminar recuerdo una entrevista a un coronel del ejército español, hace ya veinte años o más, y el periodista le preguntaba; ¿Puede suceder en España lo que ha sucedido o está sucediendo en Yugoslavia, en la exyugoslavia?
Y la respuesta que dio, hace tantos lustros que no he olvidado, es más o menos la siguiente, «si se ponen las condiciones, podría suceder…».
Este es el problema, aviso para caminantes y navegantes, si se ponen las condiciones, y parece que estamos entrando en una fase de locura en este país, por parte de muchos sectores de la sociedad y de determinadas elites, podemos abocarnos a problemas a medio y corto plazo, que ahora nos parecen impredecibles e imposibles pero que podrían suceder, «no salir de la crisis económica», «mucha población caer en la desesperación y en una crisis económica crónica», «problemas internos entre territorios, que pueden tener muchos parámetros y muchas variables», «entrar en experimentos sociopolíticos de secesión en sentido estricto, de una forma o de otra», «entrar en experimentos sociopolíticos y económicos no moderados de organización de la sociedad y del Estado», «no controlar de forma conveniente, por no tener suficiente soberanía flujos de presión exterior, tanto económicos, políticos, demográficos, culturales-ideológicos-religiosos». O combinaciones de varios motivos o efectos anteriores. Y otros problemas que no voy a indicar, para no alargar ese modesto artículo de opinión
La realidad es que llevamos meses, mejor dicho años, que cada semana tenemos algún día que nos acostamos más preocupados que la semana anterior. Y sin exagerar llevamos ya años con esa sensación y percepción… ¡¿Hasta cuándo y hasta cuánto!? ¡La inmensa mayoría sólo queremos vivir, comer, dormir en paz, solo eso, déjennos por favor vivir en Iberia en paz y olvídense de experimentos sociopolíticos de un color y de otro, por unos motivos o por otros
