Víctor Entrialgo

La Democracia Brexit

La Democracia Brexit
Agentes de la Guardia Civil vigilan en el Aeropuerto de El Prat. PR

Asistimos a una nueva democracia. Funciona con palitos apuntados en un folio en blanco. Pongamos por ejemplo que tenemos 500 trabajadores de Eulen la empresa de vigilantes de seguridad del aeropuerto de Barcelona. De esos 500 votan menos de la mitad, concretamente 187.

De esos 36 tantos votan que si. Y con los 150 votos que quedan, más uno nulo, que dicen que no, ganan una votación y causan daños irreparables a decenas de miles de pasajeros del mundo entero.

Pero ¿de qué estamos hablando? ¿En qué pais vivimos? Pues en uno en que se subcontratan servicios que tienen que ver con la seguridad de ciudadanos del mundo entero en un sector estratégico del Estado en uno de los aeropuertos de mayor tráfico del mundo.

«La democracia Brexit», la democracia improvisada, la democracia de militantes de cartón sacados de debajo de las piedras o improvisada por los sindicatos de unos guardas de seguridad en el hall de un aeropuerto, la democracia de referendum todos los miercoles, ni es directa ni es democracia.

Salvo para el tonto de Cameron que en su ambición le dió a sus pais por la culata, y al desesperao de Pedro Sanchez que entre playa y playa ya no sabia de quien echar mano después de superar los peores resultados de la historia de su partido y echó mano de cuatro amigos.

«La democracia Brexit» muestra una vez más que no cabe la privatización en sectores estratégicos para la comunidad.

Ni pilotos, ni maquinistas ni policías ni militares pueden tener derecho de huelga salvaje ni instrumentos de chantaje contra el Gobierno de la Nación cogiendo como rehenes a los ciudadanos. Y el dia que aparece la guardia civil, como primero los controladores aéreos militares de Zapatero, se acabaron las colas y el caos de ayer mismo.

Es la democracia de los que buscan militantes de cartón baja las piedras para hacerse con el poder de siempre. Es la democracia de Sanchez, de Podemos, de Revilla, del hijo de Maduro, la democracia chicle, la democracia Brexit.

Para fundar «una asociación» basta un acuerdo de voluntades. Para pertubar las vacaciones anuales de la gente, comprometer la seguridad y el prestigio de un pais y poner en riesgo a toda una sociedad o un Estado, no.

Y no sigo intentándolo porque ésto no tiene nombre. ¿No se les caerá la cara de vergüenza? En esta democracia de los militantes, las democracias y las huelgas chantaje, se causan dalos irreperables, se consumen recursos que faltan en otras necesidades.

Y con un palito más en una votación estúpida, irresponsable y en absoluto representativa ni democrática, se colapsa un pais.

Víctor Entrialgo

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