Juan Antonio Cordero

Historias de un perdedor enajenado

Historias de un perdedor enajenado
Juan Antonio Cordero. PD

El Carlismo del Siglo XXI, ya no es lo que fue. Quedan, ciertamente, todavía, los campanarios y los emplazamientos territoriales tradicionales, que siguen siendo los mismos graneros de entonces y aún están dando buenas cosechas en el Amer, Berga, Verges, Priorat… El Estado Liberal y de Derecho, la apertura comercial, la globalización, incluso la industrialización son, como eran hace cerca de 200 años, sus enemigos. El progreso es el gran miedo del Neocarlismo.

El Franquismo necesitó a acotar la palabra Democracia con el adjetivo Orgánica, para que el nuevo concepto se ajustara a su realidad, y el Neocarlismo necesita retrotraerse a la etimología de la palabra para apropiárselo: «Textualmente entonces, ‘democracia’ significa ‘gobierno de los artesanos y campesinos‘, excluyendo del mismo expresamente a los ilotas (esclavos) y a los nobles.» (https://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_ateniense).

Pueden Ustedes sustituir artesanos por ferreteros, campesinos por payeses e ilotas por no golpistas, es decir, unionistas, españolazos o constitucionalistas. De los nobles, mejor no hablamos. Existen pocos… y sin título.

Debe ser por eso que no andan deprimidos, ni tan siquiera afectados, por la pérdida de empresas en Cataluña. En el fondo yo diría que están contentos ansiando una pérdida de peso económico y poblacional de la pujante Gran Barcelona que pueda reforzar su «cuanto peor, mejor». Menos mal que tenemos Tabarnia, que si no…tendríamos que inventarla.

Se acuerdan de aquel dicho, creo que fue en el Congreso de los Diputados «Saquen sus sucias manos de las Instituciones Catalanas, que éstas (las Instituciones Catalanas) ya tienen dentro otras manos más sucias que las suyas, para las que nosotros estamos trabajando». Bueno, no sé si la cita era así exactamente, por lo que pido disculpas si no se ajusta a la literalidad de la misma.

Eso es lo que quieren, que nadie meta las narices en sus negocios del 3 al 5% o más. Ni España ni Europa, ni nadie que intente controlar sus juergas, su adoctrinamiento, su ideario, sus prebendas y estafas, sus privilegios y sus corruptelas, que no se vean sus manejos ni sus cuentas, que sus medios, sus hojas semanales, sus púlpitos y sus telediarios rijan la sociedad, nos digan lo que es bueno y malo con editoriales lo más conjuntas posible… cosas, todas ellas, que ya han ensayado con probada eficiencia.

Una democracia donde no participen los iliotas, y si participan, que vean reducida su capacidad de voto lo suficiente como para hacerla disuasoria. Volver a 1714, mucho antes de las Cortes de Cádiz de 1812, y de los derechos humanos, del sufragio universal y de la Revolución Francesa. No se conforman con menos.

Ese es su afán, debilitar al Estado para poderle arrancar parcelas, cada vez mayores, de control único de lo autóctono y mientras se comparte sin ningún rubor el control sobre lo autóctono de los demás. Así fue en el XIX y lo sigue siendo en el XXI.
¿Se acuerdan de Serrat en «Decir amigo»? «…lo tuyo nuestro / y lo mío de los dos..». Pues no. El Carlismo no es Serrat. El Neocarlismo es «Lo mío, mío y lo tuyo de los dos».

«Los carlistas … andaban divididos sobre la manera de apreciar la cuestión electoral, pues mientras unos opinaban en favor del retraimiento, otros por la coalición con los republicanos a fin de combatir unidos al Gobierno en las entonces futuras elecciones, otros se mostraban partidarios de luchar solos, y otros, finalmente, por echarse al campo para hacer prevalecer sus derechos e ideales.»

No. No es un trozo de artículo de La Vanguardia puesto aquí con copia y pega, no. Este texto tiene cerca de 150 años. Está referido al día 1º de marzo de 1872, y se puede leer en «La última guerra carlista en Gerona y su provincia, pg 33. El primer chispazo, de Don Josep Grahit i Grau (1956).

Las mismas ideas, las mismas revueltas, las mismas inquinas que hoy. Y llaman a los demás inmovilistas. Todo sigue igual, excepto dos o tres cosas.

Una. Ahora no reconozco ningún Zumalacárregui, entregado, con honor, que asuma el sacrificio y la vida difícil en base a la rectitud de sus ideas. Ni tan siquiera a Ramón Cabrera, menos destacado que en anterior, pero que hizo sus pinitos unificando y organizando las partidas de Cataluña Aragón y Valencia en la 2ª guerra Carlista a las órdenes de Carlos VI. Mas bien veo manejo, fanfarroneo, envalentonamiento en casa propia y endeblez ante los jueces. Todo menos honor y convicción.

Dos. Nuestro Neocarlismo aparte de compensar el tembleque de sus rodillas con grandes palabras huecas, ha sido, y es, un niño malcriado sin curtir en la dificultad que ha llegado a la conclusión, esparcida como una epidemia, de que las cosas basta con desearlas para tenerlas. Eso sí, mucha creatividad, tanta que han acabado despreciando lo real y lo han sustituido por lo simbólico. Todo ello con técnicas agresivas de propaganda: derecho a decidir, voluntad de un pueblo, revolución de las sonrisas… y TV3 con sus loritos y el chocolate.

Tres. Mucha mediocridad y mucha soberbia mezclada con ignorancia. Tanta, que las mentiras que contaban a los parroquianos para subirle la moral han acabado por creérselas ellos mismos resultando ser los engañados más afectados, su principal efecto colateral.

Al «Dios, Patria y Fueros» se le ha caído el «Rey» ¿Dónde está el Carlos VI, como actuante de falso rey? ¿Acaso es el de Bélgica? No tienen Rey y por eso viran, en el SXXI, a la República, cuyo significado, tal vez desconozcan, como desconocían hasta ayer el significado y concepto de la palabra Estado.

Patético y obsceno, además de inmoral y ridículo, pero ninguna sorpresa. Hace años, en Alemania, la sociedad más avanzada, culta y desarrollada de Europa, también la serpiente populista incubó el huevo de nazismo… mientras la mayoría miraba para otro lado, sentía y acariciaba la diferencia y buscaba un enemigo exterior expiatorio de sus males. Y lo encontró en el odio. Y el saldo fue de 60 millones de muertos. Europa, creo, aún está vacunada ante el Nazismo y el Fascismo.

Confieso que hasta ahora nunca me he creído del todo aquella leyenda del pollo que sigue corriendo después de separarle de un tajo la cabeza de su cuerpo… pero la verdad, es que viendo al enajenado por Bruselas con un lazo amarillo rodeando su cuello… me entran serias dudas respecto a la leyenda del pollo.

Tal vez sea verdad que el pollo pueda seguir corriendo sin cabeza… pero en ese caso ¿qué pensara la cabeza del cuerpo que corre descabezado? ¿y que sentirá el cuerpo que sigue corriendo sin entrada de órdenes de su cabeza que rueda por el suelo?

En fin, vamos a dejarlo por ahora, porque esto se está poniendo complicado y son la 1:36 A.M.

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