ANÁLISIS

Javier Ayuso: «El Estado español perdió por incomparecencia en Cataluña»

Los partidos constitucionalistas deberían ocupar el espacio político que han dejado a los separatistas

Javier Ayuso: "El Estado español perdió por incomparecencia en Cataluña"

Lo más triste de una competición es perder por incomparecencia; sobre todo, si se podía haber ganado de haber jugado el partido.

Esa sensación la deben de tener muchos españoles cada vez que reciben nuevas noticias sobre el desafío catalán. Y muchos catalanes que se consideran víctimas del procés.

El Estado perdió hace tiempo esa batalla por no comparecer; por dejar que el asunto se fuera pudriendo sin tomar decisiones, hasta que al final todo saltó por los aires.

La falta de presencia del Estado en Cataluña, y en la mayoría de las comunidades autónomas, viene de una mala lectura de la Constitución hace ya muchos años. La ley de leyes española sitúa a los presidentes autonómicos como máximos representantes del Estado en la región.

Una decisión razonable en busca de cohesión, sobre la base de la lealtad mutua. Pero fue generando problemas a medida que se iban transfiriendo competencias a las autonomías, sin que la Administración central diseñara contrapesos ni órganos de control.

Tras la crisis financiera y económica de 2008 (que desembocó en crisis política, social e institucional más tarde), Cataluña optó por el camino de la secesión, sin que desde Madrid se respondiera a tiempo.

Al contrario, la falta de lealtad política de los líderes independentistas se encontró con un vacío absoluto de las instituciones del Estado en Cataluña, que intentaron corregir desde el Parlamento y la Justicia española. El resultado es de todos conocido: el caos.

En estos momentos, con el artículo 155 en vigor y el filibusterismo parlamentario de los secesionistas, el Gobierno debería aprovechar su presencia ejecutiva en la región para mostrar a los catalanes que están mejor dentro de España.

Y no solo el PP, también Ciudadanos (no hay que olvidar que ganaron las elecciones) y el PSOE (aunque, como el Estado, Ferraz cedió al PSC en su día todas las competencias en Cataluña).

El anuncio de nuevas inversiones en los aeropuertos catalanes, o el plan para avanzar en el corredor mediterráneo son medidas inteligentes, aunque no suficientes.

Los tres partidos llamados constitucionalistas deberían ocupar el espacio político que han dejado a los separatistas y acabar con ese vacío de poder que les puede arrastrar a otra incomparecencia cuando se reanude el partido. Inés Arrimadas debería dar un paso al frente.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído