I
El filósofo Descartes, ese fue quien dijo:
Pienso, luego existo… Y se quedó tan ancho;
Si viviera hoy, vería que hay más de un pijo
Que piensa poco, pero tiene mucho gancho
Para de su buena vida hacer un cortijo
En Andalucía,… o en Venezuela un rancho…
Lo de pensar a muchos les sirve de adorno,
Mientras que del existir tengan harina y horno:
Que estos son manada, rebaño o piara
Basta con echar un vistazo a la Izquierda…
Quien no llena la andorga tiene alguna tara
Y ellos mismos le tachan, sin tensar la cuerda,
Si no mete mano en la caja, ¡cosa rara!,
De ser, viento a proa o en popa,… ¡un mierda!…
Si para el existir hay que pensar,… sin enojos,
Señor Descartes: ¿Cómo es que hay tantos Rojos?.
II
Desde luego que hay cosas muy hermosas,
Pero como los pájaros y las flores
Ninguna… Como el color de las rosas
Y como el canto de los ruiseñores…
Del mismo modo hay seres asquerosos,
Pero como los Rojos y los Morados
Ninguno… Y los hay por todos los lados,
Sobre todo de la Izquierda en los cosos…
Quien aja una rosa merece desprecio,
Y quien mata a un ruiseñor, castigo…
Que es justo pagarles el mismo precio
Al Pedro y al Pablo, estaréis conmigo…
Esto en los Jardines de don Cecilio,
Pues que recorrer los áridos baldíos
De quienes mantienen este mismo idilio,
Llámese Espinar,… u otro Utensilio,
Lo dejo,… ¡no me vayan a meter en líos!.