La pieza es de Ignacio Camacho y aparece este 21 de abril de 2018 en ‘ABC‘.
Por su brillantez y por la importancia del tema para todos los españoles, reproducimos los fragmentos más significativos:
- EL lenguaje de ETA se ha vuelto líquido, buenista y relamido para envolver su cinismo en una pátina posmoderna, como si para dar forma a esta claudicación a plazos hubiese fichado a algún escribidorcillo con ínfulas de poeta.
- Algo hemos avanzado: en vez de asesinar gente y escupir luego sobre sus tumbas agravando los crímenes con ofensas, ahora imposta la banda una contrición mojigata, ondulante, afectada, edulcorada con una prosa de cursilería farisea.
- El discurso, por llamarlo de alguna manera, es el de los otegis y demás terroristas reconvertidos en santurrones que pretenden despachar el holocausto pidiendo perdón por las molestias.
- No se trataba de nada personal, «lo sentimos de veras», era cosa de la lucha armada y tal pero ya no tiene arreglo, de modo que vamos a llevarnos bien y a hacer borrón y cuenta nueva. Y una mmm… mierda. Si se quieren rendir que se rindan de una vez, pero sin insultar nuestra inteligencia.
- Porque, vamos a ver, qué es eso de la disculpa selectiva «a los ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna», menuda jeta. ¿Es decir, que había víctimas que sí tenían responsabilidad y están por tanto bien muertas ¿Con qué clase de desfachatez pretenden que nos traguemos esa monserga?
- ¿De qué eran responsables Ernest Lluch, Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Tomás y Valiente, López de la Calle o Fernando Buesa? ¿De qué Gregorio Ordóñez, el doctor Cariñanos, el matrimonio Jiménez Becerril o el concejal Carpena? ¿O es que sólo se arrepienten, en el dudoso caso de que realmente se arrepientan, de haber matado a los clientes de Hipercor, a los hijos de los guardias de Zaragoza y Vic, a los daños colaterales (?) de su maldita y unívoca guerra?
- ¿Y los militares? ¿Y los policías? ¿Y los empresarios? ¿Y los miembros de la judicatura y de la prensa? ¿Ha habido muertos de segunda y de primera? ¿Pero qué broma es ésta? ¿Quién ha redactado esa basura siniestra? ¿En serio creen que alguien en sus cabales puede aceptar unas disculpas tan torticeras?
- Pero aún hay más desvergüenza, pasen y vean. Todavía se permiten sentir «lástima» porque la sociedad democrática dé prioridad a la batalla del relato frente a la amnesia. Y presumir de «empatía respecto al sufrimiento causado» por su propia violencia. Qué extraordinaria sensibilidad, qué exquisita delicadeza. Resulta que estábamos ante unos caballeros y no nos habíamos dado cuenta.
- Quedan alrededor de 300 atentados -197 mortales- por aclarar, y quedan 857 lápidas, cientos de heridos, miles de familiares con las vidas deshechas. Queda la memoria de un crimen de lesa humanidad, moralmente imprescriptible, un designio totalitario de sangre y fuego que no tiene derecho a la indulgencia. Y después de haber perdido nos hacen el favor de ofrecer, tarde y mal, unas excusas abyectas. Se las podían haber ahorrado porque de todos modos no los vamos a perdonar. De veras.