Las últimas nieves han vuelto a causar problemas en multitud de lugares de España
El zorro ártico es un mamífero de ojos claros que gracias a su capa de blanco pelaje se mimetiza a la perfección entre las nieves. Igual que José Blanco. Y no solamente por su apellido, sino por su capacidad de no meterse en charcos innecesarios. El ministro de Fomento, a diferencia de su antecesora, no ha sido víctima de los primeros temporales del año.
Porque 2009 no fue un “año de bienes” para Maleni Álvarez, a la que una inmensa bola de nieve se llevó por delante. Cuántos días memorables nos ofreció con sus lapidarias frases: “Antes partía que doblá”, o “Barajas es muu grande”. Nunca antes otro ministro se había llevado a su equipo a Siberia para entender cómo es posible convivir con ese manto blanco con el que nos obsequia el invierno.
Pero el ministro Blanco, que antes era el lenguaraz “Pepiño” y ahora es el respetado “don José”, ha conseguido entender eso de las responsabilidades públicas. Su toma de posesión fue un ejemplo de pluralidad y su gestión al frente de uno de los departamentos más complicados del Gobierno se está caracterizando por el acierto y la discreción.
Las últimas nieves han vuelto a causar problemas en multitud de lugares de España. También en el aeropuerto de Barajas se han sufrido retrasos. Pero en esta ocasión, los ciudadanos no han tenido la sensación de que el Ministerio de Fomento es el camarote de los Hermanos Marx, en el que las cosas más absurdas pueden ocurrir.
Tras nueve años como guardián de las llaves del castillo de Ferraz, Pepe Blanco, que se había convertido en el martillo de herejes del Partido Popular, para unos, y en bufón socialista, para otros, se ha transmutado en gobernante eficaz, abierto al diálogo y la negociación, y resolutivo. Ha resultado ser mucho más astuto de lo que muchos creían. Como un zorro. Blanco, claro.
NOTA.- Este artículo fue originariamente publicado en La Gaceta.
