¡Y nosotros hablando mal de Garzón, cuando lo que quería era interrogar a Kissinger! «¡Otra botella, camarero!»
En abril de 2002, Baltasar Garzón quiso que el Gobierno británico le permitiese interrogar a Henry Kissinger sobre la Operación Cóndor, con motivo de una visita de éste a ese país. Se lo denegaron, que una cosa es que los hijos de la Gran Bretaña pongan bajo arresto a un general sudaca y otra que lo hagan con un miembro prominente del Establishment de su principal aliado.
En diciembre de 2005, Baltasar Garzón y Henry Kissinger compartieron mesa, mantel y comida en un restaurante de Nueva York. Nadie escapa al juez campeador.
Todo llega para el que sabe esperar, ¿lo veis?
Cómo se nota que Santiago González desconoce los recursos del derecho procesal español interpretados por Garzón:
¿Cómo es posible que el juez que reclamó para sí jurisdicción universal para encausar al ejecutor del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, invite poco después al autor intelectual del mismo e inspirador de la operación Cóndor?
Por otro lado, ya hemos encontrado una explicación a por qué Garzón redacta unos autos tan defectuosos: 27 botellas de vino repartidas entre 25 personas dan casi un litro para el juez. Así salen luego sus escritos.
(Luego algunos de mis queridos lectores me reprochan mi afición al gin-tonic.)
DOS PREGUNTAS EN SERIO
-¿Por qué González y Kissinger se sientan a cenar con el juez que quiso meterlos en la cárcel? Yo no soy conspiranoico, pero hay veces que me lo ponen muy difícil no serlo.
-Y el fiscal del franquismo Jiménez Villarejo, ¿qué dice de semejante método de interrogatorio?
CODA: Artículo de Federico Quevedo:
No es ninguna casualidad que fuera un juez progresista como Varela el que instruyera el sumario del ‘franquismo’, ni que fuera un CGPJ mandado por una mayoría progresista el que finalmente decidiera investigarle por sus cursos en Nueva York, ni que fuera un exfiscal de carrera muy bien relacionado con determinados círculos de poder -del anterior poder-, el que le denunciara por las escuchas en la cárcel. No es casualidad que asociación de magistrados a la que él perteneces, Jueces por la Democracia –de mayoría progresista y de obediencia significada a De la Vega-, se haya sentido satisfecha con la sentencia condenatoria.