ANÁLISIS

Ciudadanos: La ética de Albert Rivera es de quita y pon

Ciudadanos: La ética de Albert Rivera es de quita y pon
Franco y Sánchez RS

Ciudadanos debe huir del bandazo como forma de hacer política. Hace falta una férrea labor de años para conquistar la confianza de los ciudadanos y sólo un caso de mala gestión para perderla por completo.

El partido que dirige Albert Rivera ha llegado demasiado alto, y de manera merecida, como para desinflarse de repente con una ética de quita y pon.

Hasta ahora, la formación naranja había pedido de manera lógica la dimisión de Cristina Cifuentes por el escándalo del máster falso. No obstante, llama la atención que ese escrúpulo por la trasparencia -acertado- se aplique con la aún presidenta de la Comunidad de Madrid y no con el líder de los socialistas en la región, José Manuel Franco.

¿Por qué Ciudadanos impide que Franco muestre la prueba manuscrita de su falsa licenciatura? ¿Acaso la exigencia de ejemplaridad no es igual para todos?

La formación que dirige a nivel regional Ignacio Aguado se ha opuesto de manera incomprensible a que el socialista explique hasta el final por qué su título de matemático estuvo incluido en su currículo de la Asamblea de Madrid desde 1995 a 2003.

Los de Aguado pueden estar desaprovechando una ocasión de oro para ganarse el respaldo mayoritario de los madrileños de cara a las próximas elecciones autonómicas. De hecho, su laxitud en una región con tanto peso en la política nacional podría afectar la credibilidad del partido en el resto de España y estropear unas expectativas de voto que, según la mayoría de los barómetros, le dan la segunda posición entre las grandes formaciones, muy cerca incluso del Partido Popular.

Ciudadanos no debe frenar ahora que lleva velocidad de crucero. Para empezar, debería ser el propio Franco el que abandonara su puesto, aunque sólo fuera por una mera cuestión de ética y pudor.

Sin embargo, y ya que no sale de él, resulta decepcionante que Ciudadanos forme parte de una terna con PSOE y Podemos para facilitar su permanencia en el cargo.

Por mucho que se empeñen, Franco está totalmente inhabilitado para presentar moción de censura alguna y, como él, todos aquellos que lo apoyen, empezando por su propia formación, siguiendo por los populistas de Podemos y terminando en Ciudadanos.

Así no se puede cimentar la necesaria regeneración de la Comunidad de Madrid. Ciudadanos debe reconsiderar su postura o de lo contrario los votantes se darán cuenta de que su criterio es tan voluble como la dirección del viento.

Los verdaderos políticos se demuestran en los momentos de crisis. Con la corriente a favor, navegar en las aguas institucionales resulta sencillo para cualquiera.

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