Llevo años preguntándome si los partidos políticos representan a la sociedad o tienen un funcionamiento independiente. Que si son así porque la sociedad española es como ellos o si España es así porque los partidos políticos son así. O porque han diseñado así nuestra sociedad. Con toda intención.
Es vergonzoso lo de las tres derechas -Madrid, Madrid, Madrid- con independencia de quien tenga la razón. No sé quién tiene que ceder ni quién tiene que gobernar. Sé quién no tiene que gobernar. Quién no debería gobernar. Váyanse a la mierda.
Algunos miembros de la izquierda, recalco el indefinido, no tienen claro dónde está la frontera entre tolerancia e intolerancia, entre respeto y falta de respeto, entre demócratas y antidemócratas. En la mani del Orgullo Gay (que a eso lo llamen manifestación, en vez de llamarlo intolerancia, que a eso lo llamen orgullo en vez de guarrindonguería no es fácil de entender) quedó claro que para algunos todo es tolerable y permisible si viene “de los nuestros”. Insisto, ésa no es la izquierda sino una parte de la izquierda que ahora está en el poder, repudiada incluso por parte de los suyos. Pero el poder es como un imán, solo que no siempre atrae a los mejores. Que el señor del culo al aire, de la defecación en público, haya sido cargo público y candidato del PSOE explica que le rían la gracia. Incluso tendrá votantes. Más. Porque el PSOE y España parecen hechos el uno para el otro.
Me da vergüenza la España de votos por asientos. Que pacta con la ultraizquierda batasuna pero Ciudadanos es la extrema derecha y por lo tanto se le expulsa de donde sea. Me da vergüenza esta España, casposa, intolerante, vuelta del revés emocional, intelectual y socialmente. Pasada por el filtro de 40 años de ingeniería social de la izquierda. Que defiende la libertad de expresión si es de mis militantes. Que escracha o defiende los escraches (¿Quién inventó esta innecesaria palabra?) si lo hacen los míos. Porque si lo hacen los míos es jarabe democrático. Pero la alerta antifascista es el pueblo ejerciendo sus derechos. Porque han diseñado así su sociedad, macarra, sanchopancesca, sectaria, torticera, intelectualmente dirigida. Interesadamente dirigida. Váyanse a la mierda.
