Algo que nunca he comprendido es la razón por la que se milita en un partido y se paga una cuota mensual. Es como ser esclavo y pagar una cuota cada treinta días al negrero. Hay una esclavitud mental, filosófica, ideológica en la idea de militancia.
¿Qué supone ser militante? ¿Pagar por participar en debates y apoyar salga lo que salga? ¿Apoyar a salga quien salga? Es algo a lo que siempre me he negado, porque es la negación de la libertad. Por ese puñado de euros que pago al mes comprometo mi libertad, alquilo mi opinión, sufrago ideas o personas que no defienden lo mismo que yo.
Ser militante, me refiero al menos a esos militantes comprometidamente públicos, significa que en frecuentes ocasiones he de prescindir de mi opinión, lo que significa prescindir de mi libertad, para defender la opinión y la libertad de otros.
No puedo ser militante, no puedo defender a capa y espada a ningún partido, a ningún candidato. No comparto al noventa por cien ningún programa político, no defiendo al noventa por cien a ningún candidato. Ni al ochenta. Si yo fuese militante tendría que defender con mi libertad, con mi palabra y con mi opinión lo que piensan otros. No hay nada más fascista ni más estalinista, para contentar a todos, que ser militante. Es una forma de decir al mundo “Solo yo y los míos tenemos razón, panda de imbéciles”. Y encima pagar todos los meses para sostener en el poder a algún inepto que o ha copiado la tesis o ha sido aprobado por enchufe.
Lo siento, forofos ni en el deporte…, desde luego no en cosas prácticas, de las que depende el pan y la libertad…. no, gracias. Yo no soy forofo ni de mí mismo.