Bastó un falso urgente del diario Norte de Castilla para que al gran Manu Leguineche le enterraran en Twitter con todos los honores. Una de las grandes leyendas del periodismo español había muerto… en Internet.
Su falsa muerte repercutió en la red social de los 140 caracteres al punto que Pedrojota Ramírez dio el pésame antes de conocerse que Leguineche -en un delicado estado de salud que le mantiene en silla de ruedas- por suerte se encontraba tranquilo almorzando en su casa al saberse la ‘noticia’.
Poco después Pedrojota rectificaba:
«El Norte de Castilla ha dado la noticia de la muerte de Leguineche pero acaba de retirarla. Ojalá no sea cierto»