Carlos Herrera no tiene por costumbre andarse con paños calientes cuando alguien dice algo que no es de su agrado o que lo considera una bobada suprema.
Es más, el periodista de COPE, flamante fichaje en esta temporada que está a punto de acabar, siempre bromea con que él no va a determinados sitios si no es con un desfibrilador de tontos y asegura, en otra frase mítica, que «en España hay más tontos que botellines».
Este 15 de mayo de 2016 realiza un repaso por la actualidad política y mediática en una entrevista en El Español donde no deja títere con cabeza.
Carlos Herrera es un fiel defensor de Mariano Rajoy, aunque reconoce que hay cuestiones en las que ha pecado de pasivo o de confiado y que tal vez si diese un paso al costado tal vez sería más fácil todo. Pero al mismo tiempo aprovecha para zurrarle a Albert Rivera:
Es posible, pero Rajoy es el político más injustamente infravalorado de la democracia española. También tiene razón cuando dice: «¿Por qué me tengo que ir yo si he ganado las elecciones?» ¿Por qué se va a ir Rajoy y no quien ha sacado el peor resultado de la historia de su partido? ¿Se tiene que ir porque lo pida una formación de 40 diputados?
Me parece injusto. En el imaginario colectivo se ha instalado la percepción de que si el líder del PP se va, se desbloquea todo. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, no ha sido un mal presidente del Gobierno. También podría decir lo mismo de Zapatero, especialmente defenestrado por los suyos.
Sobre Podemos, asegura que sus relaciones con el partido son buenas, aunque no deja de reconocer que tienen cierto afán controlador:
Cuando llamo a alguien de Podemos, me atiende. Se ponen al teléfono y su comportamiento es intachable. Son gente educada con talante de diálogo y les gusta explicar. Incluido Pablo Iglesias. Aunque se disfrace de socialdemócrata, todo estatista tiene un germen en el interior que le lleva a querer controlar los medios de comunicación. Él perdió los papeles. Señaló a un periodista que sólo hacía su trabajo. Y utilizó un foro público, cuando estaba en su salsa, crecido y rodeado por los muchachos de su caverna. Inadecuado e improcedente.
Y asegura que nadie escribe al dictado y menos aún escribir mal por capricho de Pablo Iglesias o de Podemos:
Me parece una tontería. Todos somos mayores, sabemos dónde trabajamos y cuáles son las líneas editoriales de nuestros medios. La realidad hay que contarla y también interpretarla. En el análisis pesa o puede pesar esa línea, pero la realidad es la realidad y contarla es el trabajo de todos los que estamos en esto.
Cree que ahora Pedro Sánchez no repetirá los errores de la pasada campaña de las generales del 20 de diciembre de 2015 con vistas al 26 de junio de 2016 y tampoco cree que se cierre a un hipotético pacto con el PP:
El PSOE tenía la llave porque podía pactar con varios partidos. El PP sólo podía acordar con Ciudadanos, pero no tenían los escaños suficientes. Podía haber existido un pacto razonable entre PP, PSOE y Ciudadanos. O bien un apoyo del PSOE desde la abstención para que PP y C’s hubieran gobernado. Pedro Sánchez no ha querido. Ha preferido un convenio imposible con Rivera. ¿Por qué iba a apoyar el PP ese proyecto?
Explica que:
PSOE y Ciudadanos querían revertir las reformas de Mariano Rajoy, echarlo de la presidencia y gobernar ellos. Hubiera sido absurdo aceptarlo. El PP fue la lista más votada. Sánchez ha dicho ‘no’ mil veces. Pero ya no lo volverá a hacer. No se comportará igual si los resultados se calcan en los próximos comicios.