Es más fácil señalar a Mark Zuckerberg, que, como tiene mala conciencia, ya está pidiendo perdón al lobby demócrata por no haber hecho bien su trabajo
Tres tíos muy sesudos de la sección Tecnología del The New York Times firman un artículo en donde acusan a Google y Facebook de haberle dado demasiada preponderancia a noticias falsas que influyeron notablemente en el electorado estadounidense. —Google and Facebook Take Aim at Fake News Sites—
Resumiendo: que la culpa de la victoria de un sátrapa como Trump la tienen para la sacrosanta prensa progresista de la costa Este las dos mayores plataformas tecnológicas del mundo por propagar mentiras en las redes. —¿Ayudó Facebook a la victoria de Donald Trump?—
Obviemos el hecho de que los arrogantes periodistas del Times den por supuesto que la gente es idiota y se traga cualquier cosa, –¡como se tragaron en su momento las mentiras que Judith Miller publicó en ese diario sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak!–.
Obviemos el hecho de que la prensa ‘progre’ norteamericana no digiere que el electorado no les haya comprado su campaña repugnante a favor de Hillary.
Obviemos también el hecho de que han salido de caza de brujas para no asumir su fracaso y que colgarles la letra escarlata a los impíos monstruos tecnológicos es unos de los rituales favoritos de los inquisidores de la corrección política.
Ahora vayamos al grano: son excusas de mal pagador. Porque cuando Barack Obama arrasaba en las urnas gracias a sus expertos en marketing digital no se quejaban tanto. Lo que les jode es que las redes las haya rentabilizado un mamarracho como Trump y les haya ganado en su propia cancha. No pueden soportarlo.
A ver si lo entienden: la culpa no es de los memes, de los bulos y de las noticias falsas. Mucho más falsas eran las encuestas que estos mismos medios aireaban dando ganadora a Clinton. Eran más falsas que una broma de ‘The Onion’ pero no esperen que se flagelen por ello.
Es más fácil señalar a Mark Zuckerberg, que, como tiene mala conciencia, ya está pidiendo perdón al lobby demócrata por no haber hecho bien su trabajo y ha prometido que controlará la veracidad de los contenidos que se publican en las redes.
¡Como si no supiéramos que ya lo venían haciendo! ¿Acaso no censuraron a Tarek Fatah por publicar las atrocidades que cometen los islamistas del ISIS? —Why would Facebook censor me?—
Mucho más grave que los bulos es vivir en una intoxicación informativa continúa donde los telediarios llevan siete años abriendo con la Gürtel y dedican apenas unos segundos a los escándalos de Podemos.
Mucho más grave es que esos mismos medios hayan ayudado a crear un estado de histeria social anunciando un apocalipsis del Estado de Bienestar que jamás se produjo.
Una escenografía de cartón piedra que fue lo que utilizó el populismo para explotar electoralmente desgracias que no existían o que exageró hasta desfigurarlas.
Y como decía Carlos Cuesta este 15 de noviembre de 2016 en El Mundo «cuando nadie desmonta esas falsedades -o pocos cuentan con la credibilidad para hacerlo-, su avance se convierte en mucho más dañino».
¿Cuántos telediarios abrieron con la ‘okupa’ millonaria batasuna y edil de Ahora Madrid que tiene un patrimonio de nueve casas, una Lexus y 52.000 acciones en empresas del IBEX?–La batasuna ‘okupa’ de Ahora Madrid que se mueve en Lexus y posee nueve propiedades–
¿Cuántos medios salieron a rectificar a Manuela Carmena cuando alertó de que los niños de Madrid pasaban más hambre que en Calcuta? —Carmena dice que en Madrid hay 25.000 niños hambrientos pero sólo dará de comer a los 2.700 de Ana Botella—
Porque da mucha más audiencia sentar en el plató a Tania Sánchez -la que le sopló 1,4 millones en subvenciones a su hermano– a que nos cuente cómo el Estado de Bienestar se cae a pedazos que decir la verdad con los datos que aportaba Cuesta:
«que en el año 2000 la pensión media en España era de 460 euros y ahora es de 900 euros; el gasto público per cápita en educación era de 700 euros y ahora de 1.150; el gasto público sanitario per cápita, de 780 euros y ahora de 1.460; y la renta per cápita española, de 15.900 euros y ahora, pese a la moderación salarial, de 23.200».
Mucho peor que los bulos y los memes de las redes es presenciar a todas horas el El Mundo Today perpétuo y sin cortes publicitarios que los informativos de televisión potencian dando cancha a impostores como Ramón Espinar, que se disfrazó de víctima oprimida del sistema mientras daba un pelotazo de 30.000 euros con vivienda protegida.
La factura por ese ejercicio inconmensurable de hipocresía mediática es la que ahora le quieren hacer pagar a Google y Facebook.
