Una nueva lección del maestro de esgrima

Arturo Perez-Reverte no traga ni a los periodistas tibios ni a los claudicantes que vacilan frente al terrorismo

Tiene nuestro novelista de más éxito poca tolerancia a tres cosas: la tibieza, la cobardía y la estupidez

Arturo Perez-Reverte no traga ni a los periodistas tibios ni a los claudicantes que vacilan frente al terrorismo
Arturo Pérez-Reverte. PD

A lo que Pérez-Reverte replicó a bote pronto que se trata de una etiqueta usada comúnmente, pero en la terminología militar o policial, no en la periodística

Es un tipo duro. Seguro de si mismo y sin ataduras. Arturo Pérez-Reverte, quien antes de ejercer de académico de la Lengua y convertirse en el novelista español de mayor éxito mundial, se fajó como reportero de guerra por medio planeta, tiene poca tolerancia a tres cosas: la tibieza, la cobardía y la estupidez (Manda a esparragar a un tuitero al que no le gustó su reflexión sobre Sánchez).

Quizá por eso genera tantas pasiones y tan necesario resulta, de vez en cuando, repasar algunas de sus enseñanzas, que en el campo del periodismo son variadas y notables ( Arturo Pérez-Reverte da estopa de la buena a Rufián y Cañamero).

Rescatamos para ello, en esta ocasión, un tuit que subió a mediados de junio de 2017, coincidiendo con un atentado yihadista fallido de la estación central de Bruselas (Bélgica).

El atacante, afortunadamente para el género humano, fue tiroteado por los soldados que vigilaban la zona y la palmó ‘in situ’ (Claro que nos representan).

Hasta ahí, los hechos. Ahora vienen las valoraciones y lo que ocurrió es que los medios de comunicación españoles, casi sin excepción y con el tono pusilánime que suelen dar en estos asuntos, hablaron – de «hombre neutralizado» o «interceptado«.

«¿Eso en realidad qué quiere decir? ¿Le bloquearon el paso en mitad de su escapada, se le echaron encima los agentes, lo detuvieron y punto, o lo pararon a base de tiros? ¿Neutralizar es herir o matar o las dos cosas?»

Esto es lo que se preguntaba el autor de Territorio comanche.

Algún tuitero, de los que está siempre a la que salta, comentó que es una expresión que se lleva usando bastantes años.

A lo que Pérez-Reverte replicó a bote pronto que se trata de una etiqueta usada comúnmente, pero en la terminología militar o policial, no en la periodística.

Tiene enemigos manta el gran Arturo, pero también amigos y una legión de admiradores, quienes desde esa fecha y basta leer el hilo de mensajes que hay en la red, no han parado de aplaudir al académico e incluso aportan ejemplos que refuerzan su tesis:

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