El programa de radio que presentaba se últimamente se centró en una campaña contra las drogas en la que se apuntaba a funcionarios municipales supuestamente involucrados. Rolando Morales, de 40 años, que trabajaba para una emisora local, fue tiroteado la noche del domingo por ocho hombres en la provincia de Cotabato, en Filipinas.

Según información de agencias, el periodista se dirigían con una compañera suya en motocicleta a su casa, cuando los asaltantes los detuvieron y dispararon por una carretera en la localidad de Pulongmulok, unos 1.050 kilómetros al sur de Manila.

Las fuerzas policiales cuentan con la posibilidad de que el asesinato se debiera a su labor como periodista, ya que a través de su programa "Tingog Barangay" (La Voz del Pueblecito) Morales hizo una campaña contra las drogas, además de fuertes críticas contra funcionarios municipales supuestamente involucrados en el narcotráfico.

La Unión Nacional de Periodistas Filipinos (NUJP) condenó el asesinato de Morales como un acto que pone de manifiesto "la situación peligrosa a la que hacen frente los informadores en Filipinas". Sólo el año pasado un total de 13 informadores fueron asesinados en el país, lo que ha convertido a Filipinas en el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, según el Comité de Protección de los Periodistas, con base en Nueva York.